Manny debió  respetarse

Los peloteros están obligados a aprovechar su etapa de estrellato al máximo en lo económico y luego de alcanzar ese propósito deben evitar a toda costa caer en hacer el ridículo.

Considero que Manny Ramírez irrespeta su gloriosa carrera al volver a jugar aceptando una reducción salarial histórica (de US$18,695,006 a US$2.0 millones). Tuvo nueve campañas seguidas ganando por encima de los US$15 millones, incluyendo cuatro por encima de los US$20 millones.

En su carrera ha generado US$202,807,769, por concepto de salario.

Manny jamás debió aceptar firmar con Tampa Bay por un salario pírrico.

En mayo cumplirá 39 años, y con casi dos temporadas perdidas por la suspensión de 50 juegos y las lesiones, ¿Qué más busca demostrar?

Ramírez es dueño de una carrera muy respetada en las Grandes Ligas, independientemente de todos los líos que provocó con el equipo de Boston.

Sus estadísticas lo colocan entre los mejores bateadores de todos los tiempos, al promediar para .313 (8,227-2,573), con 555 jonrones y 1,830 remolcadas en 2,297 juegos durante 18 temporadas.

En su apogeo en Cleveland y en Boston logró una cotización envidiable. Por esa razón a los 36 años los Dodgers se atrevieron a firmarlo por dos años y US$45 millones en 2009.

Luego de ver el ejemplo de Vladimir Guerrero, quien a pesar de disfrutar de un gran regreso con los Vigilantes de Texas, y aún siendo tres años más joven que Manny, tuvo que batallar bastante para conseguir otro contrato. Y eso que tampoco Vlad consiguió que lo firmaran por dos años que aspiraba.

Luego de ver esa realidad, reitero que Manny debió irse a un retiro honorable, porque se lo merece, y no irrespetar los logros alcanzados en su carrera al jugar por US$2.0 millones.