La verdad jurídica sobre la membresía del CDP

Por: Julio Disla
En medio de las tensiones que atraviesan el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), resurgen voces que buscan deslegitimar la candidatura del comunicador José Beato, alegando que ‘no es profesional del periodismo’.
Sin embargo, este argumento, aunque frecuente, es jurídicamente erróneo y éticamente peligroso. «No simpatizo con Beato, pero tiene derecho. Y en democracia, el derecho de uno no depende de la simpatía de otro, sino del marco legal que nos rige.»
Lo que establece la Ley 10-91
La actual Ley 10-91, que regula el CDP desde 1991, no exige título universitario en comunicación social para ser miembro del gremio ni para aspirar a sus cargos directivos. Sus artículos 4 y 5 son contundentes: pueden pertenecer al CDP todas las personas que vivan del ejercicio del periodismo, independientemente de si tienen o no formación universitaria. Esto representa un avance democrático frente a la antigua Ley 148, que sí exigía la obligatoriedad del título universitario y fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia.
Una aclaración necesaria
Cuando firmamos el acuerdo con la Sociedad Dominicana de Diarios, lo hicimos como un repliegue táctico ante una correlación de fuerzas que no favorecía al CDP. No fue una rendición ni una renuncia de principios, sino un cálculo estratégico para preservar el gremio en un momento de debilidad estructural.
A José Beato se le objeta hoy como candidato, pero antes se le permitió votar porque favorecía a quienes hoy lo objetan. Esto revela no un problema legal, sino una clara contradicción política y ética de quienes hoy levantan la voz. ¿Puede Beato aspirar a un cargo? Sí, legal y éticamente puede.
Si José Beato es miembro del CDP y cumple con los requisitos internos (cuotas al día, sin sanciones, etc.), no existe base legal para impedir su candidatura. Cualquier intento de exclusión es arbitrario, ilegal y discriminatorio.
«La democracia gremial se fortalece con pluralidad, no con vetos elitistas. “Además hay antecedentes que muestran presidentes del CDP que no son profesionales de la comunicación, incluyendo objetores de Beato.
¿Qué CDP queremos?
El CDP no puede seguir atrapado en disputas estériles sobre títulos y egos. Lo urgente es debatir sobre: – El desempleo y precariedad laboral en los medios – El irrespeto a la Ley de Colegiación – La manipulación del gremio por intereses externos – El abandono de las nuevas generaciones de comunicadores.
Llamado a la acción
Es hora de dejar atrás los prejuicios y abrir paso a un debate profundo, legal y ético sobre el futuro del gremio. Defendamos el derecho de todos los periodistas —con o sin título— a participar. La ley lo respalda. La democracia lo exige. La ética lo impone.