La pasión

La pasión

La pasión

Ana Blanco

Todos debemos tener una pasión. Y en este caso no me refiero al plano amoroso sino al plano más de real de nuestro día a día.

Encontrar algo que realmente nos emociona hacer no tiene comparación, si además nos podemos ganar la vida con eso el combo está completo.

No siempre es posible que ambas cosas coincidan, pero sí es necesario que encontremos algo que nos remueva por dentro con sentimientos positivos, que nos haga sonreír, que nos rete, que simplemente por hacerlo ya seamos felices.

Caer en la monotonía, la rutina y el estrés es muchas veces una forma de matar nuestras pasiones que, no sé por qué, solemos relegar por nuestras responsabilidades. Pero no debe ser así ya que al final siempre estaremos ansiando algo más.

Esa pasión es el remanso de paz, al lugar al que llegamos para ser nosotros mismos, para soltar lastres, para dejar fuera todo aquello que nos inquieta, relajarnos, fluir y sobre todo crear porque al final cuando estás en ese estado es que surge todo eso que llevas dentro y es cuando tomas las mejores decisiones, cuando un problema se convierte en solución, cuando planeas ese gran viaje, cuando recuerdas a alguien que amas porque seamos sinceros cuando estamos en el ajetreo diario no tenemos tiempo ni de pensar.

Así que si no tiene esa pasión, descúbrala que seguramente le está esperando con los brazos abiertos, quien si la tenga disfrútela y vaya a ella siempre que la necesite, no lo posponga porque al final lo que le va a quedar es eso: con cuánta pasión vivió las cosas de manera que le hicieron feliz y no tener que lamentarse porque cuando quiso ir hacia ella ya era tarde.

La pasión, sea como sea, siempre es algo bueno. No lo dude.