La orfandad del PRD

La orfandad del PRD

La orfandad del PRD

 El triunfo de Danilo Medina corresponde a su capacidad de expresarle claramente a los electores sus propuestas, la confianza que generó su perfil de estadística y una correcta estrategia de alianzas.

El PLD ha demostrado desde el 1996 una gran capacidad en el ejercicio de la política y la gestión del Estado, fruto de un liderazgo político forjado por Juan Bosch.

 Líderes como Leonel Fernández y Danilo Medina, y otros de segunda línea en el PLD, marcaron, marcan y macarán la vida social, política y económica de nuestro país en estas primera décadas del siglo XXI.

Les adornan una gran capacidad de gestión, brillante sagacidad en el manejo de las tácticas y estrategias políticas, y un talento sobresaliente para sumar grupos y sectores sociales diversos en su accionar como políticos.

  El PRD en cambio no ha podido articularse como fuerza política una vez muerto su líder político, el sobresaliente José Francisco Peña Gómez. Sus triunfos en el 98, el 2000 y el 2002 se debieron al impulso que le dejó Peña Gómez y a Balaguer, que en su accionar en el ocaso de su vida retuvo para sí su cuota de votos.

Su gestión gubernamental en el periodo 2000-2004 fue un monumento a la informalidad, los exabruptos autoritarios y una nefasta gestión económica que dilapidó la riqueza producida por la sociedad dominicana durante una década.

 Desde entonces el PRD ha dado tumbos a ciegas, mirándose el ombligo, devorándose internamente, perdiendo una tras otras las elecciones fruto de su orfandad de líderes con criterios políticos sensatos y la falta de confianza que generá en la sociedad.

Estas elecciones y la manera en que han gestionado su derrota lo demuestra nuevamente.



El Día

Periódico independiente.

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