La justicia tarda pero llega

La justicia tarda pero llega

La justicia tarda pero llega

Hugo López Morrobel

La justicia tarda pero llega, tarde o temprano.

Esa máxima la deben mantener presente siempre quienes juran y perjuran que se puede actuar sin ningún tipo de consecuencias, que la ley nunca podrá tocarlos porque son dueños y señores de toda su estructura.

Sin embargo, en los últimos años se han conformado cuerpos bastantes sólidos alrededor del mundo, que están vigilantes y no descansan para que el peso de la ley caiga sobre los corruptos y mafiosos.

En el deporte han sido muchos los que hasta hace poco se creían intocables tras cometer bochornosos casos de corrupción y tráfico de influencias.

Los casos más sonados en 2015 fueron los de Joseph Blatter y Michel Platini, quienes cayeron desde la cúspide hasta un precipicio del que jamás podrán salir en términos éticos.

Luego, en esa súper estructura económica, que es la Federación Internacional de Fútbol Asociada (FIFA), han seguido cayendo figuras que nunca se podía imaginar que podrían involucrarse en casos asquerosos de corrupción rampante.

Dirigentes de la estatura del expresidente de Honduras Rafael Callejas se encuentran hoy en un callejón sin salida, al comprobarse que recibió pagos ilegales de 2012 a 2015, mientras se desempeñaba como presidente de la Federación de su país.

Otros de la estatura de Eugenio Figueredo, exvicepresidente de la FIFA, también admitió que aceptó sobornos y cometió actos de corrupción, así como el expresidente de la Concacaf, Alfredo Hawit, quien se declaró culpable de corrupción en Estados Unidos.

Estoy seguro que todos estos magnates jamás pensaron que las manos de la ley llegarían sobre ellos, olvidando que tarde o temprano todo se sabe.

Es una advertencia a los dirigentes nuestros, para que manejen correctamente los fondos que proporciona el Estado.
No es un secreto que el dinero es una tentación, y siempre se “cuelan” comentarios sobre anomalías, olvidando el tremendo alcance que tiene la ley.



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