Hanlet Domínguez
*Por Hanlet Domínguez
Durante la conformación del segundo viaje colombino en 1493, los Reyes Católicos le dieron a Cristóbal Colón una serie de títulos y poderes que lo ubicaban solo por debajo de ellos mismos en las nuevas tierras. En tal sentido, Colón y su hermano Bartolomé, tuvieron la potestad de fundar villas y ciudades; un ejemplo es la ciudad de Santo Domingo “primada de América”.
En esa Isla Española hubo varios altercados entre los hermanos Colón y el resto de los españoles, tan serio fue el asunto que Isabel y Fernando enviaron a su criado, Juan de Aguado con algunas instrucciones para apaciguar la situación. Aguado tenía una doble misión, la cual consistió en informar a los reyes sobre las condiciones de la isla y darles recomendaciones para hacer que la nueva colonia fuera funcional.
Ya a su regreso a España en junio de 1496, aparece una carta anónima muy presumiblemente de Aguado. En tal documento él le cuenta a Isabel y Fernando lo recopilado y le hizo una tajante recomendación, la cual era muy evidente, la bahía de Ocoa era mucho mejor que el estrecho puerto de Santo Domingo.
Los reyes habían invertido mucho dinero en el segundo viaje colombino y sabían que un buen puerto con mucha costa era lo que les aseguraba un embarque y desembarque fluido de mercancías. En tal sentido, Santo Domingo era un puerto atípico, ya que los españoles se instalaron en este lugar improvisadamente por la necesidad de comida y en la búsqueda de oro.
El puerto de Santo Domingo no tiene bahía como otras ciudades españolas de la época, aquí algunos ejemplos: San Juan (Puerto Rico), Cartagena de Indias, Panamá, Santiago de Cuba, La Habana. La primada de América fue la primera y quizás la única gran ciudad española costera del Nuevo Mundo sin una bahía. Esto explica en parte por qué las grandes flotas Españolas repletas de mercancías en los siglos XVI, XVII se quejaban de ir a Santo Domingo.
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La verdad sobre el nombre de la ciudad de Santo Domingo (Parte 1)
Pero en aquel momento de 1496, fundar una ciudad con puerto en la bahía de Ocoa conllevaba enfrentarse a algunas limitaciones. Primero, había muchas divisiones entre los mismos españoles y las autoridades de la isla. Segundo, la ubicación del lugar estaba en el cacicazgo de Maguana, lugar caótico para los colonos por sus enfrentamientos con Caonabo y el terreno era menos cultivable. Tercero, su cercanía con Jaragua representó cierto peligro. Cuarto, las minas de oro descubiertas en Haina, motivaban a los españoles a quedarse en Santo Domingo.
( Carta de Junio 1496 dirigida a los Reyes Católicos)
“proueydos que no son y esto a de ser mudandose el sytio (Santo Domingo y Haina) de la otra parte de la mar que estan las / dichas diez leguas de la syerra e alli pueden descargar los navios mejor (Bahia de Ocoa). ay algodon que naçe en algunos arvoles, paresçeme que seria mas al costa quel prouecho porque segund los aparejos a menester para se coger seria mucha la costa.”[1]
Del original en el Archivo General de Indias, Patronato, 170; ramo 9.
En conclusión, los Reyes Católicos no le hicieron énfasis a Colón sobre el tema hasta donde se tiene conocimiento, pero durante el gobierno de Ovando se funda Azua en 1504 y se avanza con la conquista de Jaragua. Desde aquel momento en adelante la ruta de barcos que salía de Santo Domingo hacia el oeste, casi todas hacían una parada obligatoria en la bahía de Ocoa para abastecerse y descansar. De todas esas rutas hacia el oeste la que más se hizo famosa fue la que iba y venía de la Nueva España (Hoy México).
[1] Pérez de Tudela, Juan: Colección documental del descubrimiento (1470-1506 ) Tomo II, Editorial Mapfre, Madrid 1994, pg. 907-908.
