Bagdad.- El vicepresidente Joe Biden llegó ayer sorpresivamente a Irak para demostrar que la Casa Blanca sigue centrada en la guerra de este país pese a los repliegues militares y la creciente atención demandada por la situación en Afganistán.
El viaje es el tercero de Biden en lo que va de año y seguramente se reunirá con el liderazgo iraquí y el curdo, en el norte del país, donde sigue sin remitir la violencia.
Biden se entrevistará además con miembros de la misión de las Naciones Unidas durante su visita de tres días, dijeron los funcionarios estadounidenses.
Poco después de su llegada, Biden fue informado por el general Ray Odierno, comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, y el embajador de Washington Christopher Hill.
Biden, que supervisa la política gubernamental en el caso de Irak, visitó el país por última vez el 4 de julio y pasó el Día de la Independencia estadounidense con la tropa.
El gobierno iraquí espera que en esta visita el vicepresidente estadounidense sugiera formas de aminorar las tensiones con Siria, a la que el primer ministro iraquí acusó de dar asilo a los seguidores de Saddam Hussein buscados en relación con los recientes atentados que mataron a más de 100 personas.
Los líderes iraquíes analizarán además sus preparativos para las elecciones generales de enero y la persistente violencia en el país.