Hugo González, el Padre Billini de PP, murió

Hugo González, el Padre Billini de PP, murió

Hugo González, el Padre Billini de PP, murió

Cuando se dijo a través de los medios de comunicación que murió Hugo González, detuvo la respiración el corazón de Puerto Plata.

La alta sociedad se conmovió y en los barrios más humildes del pueblo empezaron a llorar porque acababan de perder a su protector y amigo, a su Padre Billini.

También lloraron las damas en los salones de belleza y hasta la naturaleza dejó sentir su profundo dolor con gotitas de agua que dejó caer sobre la ciudad para despedir a uno de los filántropos más generosos y humildes de Puerto Plata.

No hubo una sola persona o familia que no encontrara el calor, el respaldo, el abrazo y el apoyo moral y económico de ese hombre, que no fue un santo bajado del cielo, pero fue un rey magnánimo para todos los que en los momentos más apremiantes de su vida se apoyaron sobre sus brazos firmes y generosos.

Hugo nació en un hogar humilde, cuyos padres, don Carlos y doña Miyún, con grandes y amorosos sacrificios levantaron una familia ejemplar que se destacó en sus respectivas profesiones.

En la locución sobresalieron nuestro recordado amigo Carlos González, Juan Luis y Oscar. Chiqui, además de excelente guitarrista, durante muchos años laboró en HI8U-HI9U Broadcasting Tropical Bambú, que después del ajusticiamiento de Trujillo, su propietario don Luis A. Pelegrín la rebautizó como La Voz de la Libertad. Andrés Julio y Lourdes, aunque no son locutores, cantan y declaman muy bien entre familiares y amigos.

La labor de Hugo era silente. Se sabía que hacía favores, pero ahora, al morir, cientos de ciudadanos espontáneamente comentan entristecidos los favores y atenciones que recibieron de su Padre Billini.

No podemos dejar de mencionar a su eterna compañera y esposa Kleria Troche, con la que también, al igual que sus padres, hizo gala de amor, comprensión y ternura. A sus hijos Hugo de Jesús (Huguito) y José Carlos (Ko), y demás familiares, nuestras más sinceras condolencias.

Ellos perdieron a un padre y a un familiar ejemplar, pero los puertoplateños perdieron a Hugo González, al filántropo, al hombre que mantenía abiertas las puertas de su oficina y su hogar para recibirlos y resolverles sus más perentorias necesidades. Hoy se dice murió Hugo González, el 5 de marzo del año venidero se dirá “un día como hoy murió Hugo González, el Padre Billini Puertoplateño”.

Y tiene que ser así, porque murió un hijo eviterno de Puerto Plata, que al morir se levantó de su tumba para morar en el corazón de su pueblo.

En un determinado momento pensé que de no encontrar fortaleza espiritual para controlar su sentimiento, su hijo Huguito, también moriría ahogado en lágrimas y sollozos frente al féretro de su padre.

¿Qué puertoplateño no se entristeció o lloró como lloró la naturaleza cuando supieron que murió Hugo González?
Hasta nuestra Catedral San Felipe Apóstol, encabezada por monseñor Julio César Corniel Amaro, en un hecho sin precedente, pienso yo, permitió que Hugo fuera velado por algunas horas frente a su Altar Mayor, donde luego se celebró una misa como él se la merecía.

Finalmente, permítanme recordar las palabras de don Federico Henríquez y Carvajal delante del féretro de don Eugenio María de Hostos ¡Oh, América infeliz! Que sólo reconoces a tus grandes vivos cuando ya son tus grandes muertos.



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