La conversación que tendrán los presidentes Trump y Medina y otros líderes caribeños, entre ellos Jovenel Moise, de Haití, será, según los comunicados de la Casa Blanca, acerca de la situación de Venezuela y la penetración diplomática de China en esta región.

Ambos temas lucen desconectados, pero China es actualmente el mayor acreedor de Venezuela y tiene un marcado interés en la viabilidad de ese país para recuperar su dinero.

La guerra comercial entre Washington y Beijing es más que nada sobre el futuro de la tecnología digital y el control de la internet.

Mientras Trump marea el trompo con Medina “et al”, Xi Jinping está rumbo a Europa para cerrar acuerdos con Italia, cuya incorporación al gran proyecto chino para vincularse logística y tecnológicamente trae locos a los americanos.

Al mismo tiempo, el jefe de la política (¿o guerra?) comercial estadounidense, Robert Lighthizer, es esperado dentro de unos días en Beijing para seguir reformulando los términos del intercambio comercial. La magnitud del “conversao” con Trump amerita desearle éxitos a Medina.