Bloomberg News.-A pesar de que Bill Gates evalúa renunciar a su título de presidente de Microsoft Corp., seguirá vinculado a la compañía que contribuyó a fundar en el sector en que ésta más lo necesita: la creación de productos imprescindibles.

En momentos en que la junta directiva se apresta a designar a Satya Nadella como próximo máximo responsable ejecutivo de Microsoft, considera también el reemplazo de Gates como presidente del directorio, han dicho personas familiarizadas con el tema.

Gates permanecería como director y participaría en el desarrollo de productos, para lo cual se concentraría menos en la administración, dijeron las personas. Gates evalúa trabajar en Microsoft por lo menos un día a la semana, dijo una persona a la que se informó sobre el tema.

Gates impulsó la candidatura de Nadella durante la búsqueda de meses de un máximo responsable ejecutivo, dijo una persona informada sobre el tema, y sugirió que ambos tendrían un buen nivel de colaboración.

Nadella conoce la compañía y domina las herramientas de Microsoft para empresas, mientras que Gates desempeñó un importante papel en la creación de productos innovadores que introdujeron la era de las computadoras personales.

De todos modos, durante su presidencia la compañía ha experimentado problemas para replicar esos primeros éxitos en nuevas áreas, entre ellas aparatos móviles y servicios de Internet, por lo que quedó rezagada respecto de Google Inc., Apple Inc. y Facebook Inc. en lo relativo a producir cosas que la gente quiera comprar.

“Las reseñas de productos de Bill eran legendarias, y los productos de Microsoft se beneficiarían de su aporte”, dijo Todd Warren, que abandonó Microsoft en 2009 después de 22 años.

“Lo que me preocupa es que el panorama tecnológico se ha desplazado de la PC en los últimos años”.

Independientemente del papel que adopte, la renuncia de Gates al puesto que ha ocupado durante 33 años será un momento trascendente.

Junto con el otro fundador de Microsoft, Paul Allen, Gates estableció el estándar del software para la computación personal en 1981, cuando convencieron a International Business Machines de usar su flamante sistema operativo en las nuevas computadoras personales de la compañía.