Felices oportunidades

Felices oportunidades

Felices oportunidades

Ana Blanco

Todo comienzo viene acompañado de un final. Es algo inevitable. Estamos a punto de entrar en un nuevo año y nos invade ese sentimiento de “ahora es el momento”. Para mí ese final implica dejar atrás todo lo malo vivido y asumirlo como parte de ese bagaje que me hace más fuerte.

Lo que más me gusta de esta transición es que me embarga una maravillosa sensación de oportunidad. Miro hacia el futuro con una ingenua esperanza de que todo va a ser mejor, de que voy a lograr aquellas metas que no he cumplido, de que haré todas esas cosas que me faltan por hacer y sobre todo seré muy feliz. Esa sensación de plenitud no me la quita nadie.

Claro, sé que al final hay oportunidades que aprovecharé y otras se me escaparán. Hay metas que alcanzaré y muchas que se quedarán en reposo y sé que tendré muchos momentos felices y otros tantos tristes.

Pero eso no me apaga en ningún momento las ganas de que este año que comienza sea el mejor de mi vida. Lo encaro con total optimismo y con la mente enfocada en que sea tal y como espero.

Siempre he pensado que ser positivo atrae cosas positivas e intento aplicarlo a cada faceta de mi vida. No es que viva en una nube de felicidad, claro que no, pero trato siempre de disfrutar todas las cosas buenas que me llegan y asimilar las malas, entenderlas y superarlas para mirar siempre al futuro.

Al final este recorrido que llamamos vida hay que exprimirlo en todos los sentidos para no tirar la toalla sin haberlo intentado, no llorar más de lo extrictamente necesario y reir con tantas, tantas ganas que cada año que comienza sea un universo de oportunidades felices.
Feliz 2020.



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