El más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre mortalidad a nivel global contiene cifras que preocupan al lector más distraído.

De acuerdo a ese informe dado a la luz pública recientemente, en el año 2012 se produjeron en el mundo 56 millones de muertes humanas, el 68% de las cuales se debieron a enfermedades no infecciosas.

Treinta de cada cien de estos decesos fueron causados por enfermedades cardiovasculares y quince de cada cien por distintos tipos de cáncer. Estos números fríos y contundentes debieran resonar en nuestros cerebros durante el Mes del Corazón.

Aunque el cáncer y las dolencias vasculares no levanten la histeria que provocan el Zica , el sida y otras enfermedades contagiosas en la opinión pública, las muertes que estos flagelos sanitarios causan representan un daño enorme a nuestra sociedad.

En la medida que nuestro país se integre a la globalización que nos han impuesto los grandes poderes del mundo, es lógico esperar que las enfermedades no infecciosas que caracterizan a las economías más desarrolladas avancen entre nuestros pacientes.

Sin descuidar la atención debida a las epidemias, es imprescindible que todos los niveles de la sociedad dominicana hagamos conciencia de que eliminando estilos de vida como fumar y comer o beber desordenadamente podemos reducir las probabilidades de ser afectados por trastornos cardíacos y tumores malignos.

Esa sería una manera muy inteligente de mostrar amor a los que nos quieren durante el mes del amor y la amistad.

*Por Fabio Valenzuela Sosa