Eso no puede ser verdad

Eso no puede ser verdad

Eso no puede ser verdad

Es increíble, pero en los últimos años este país se ha convertido en un paraíso para los ladrones y corruptos.

Se roban desde  las estructuras de metal de obras   prioritarias, hasta un avión estacionado en un aeropuerto internacional.

¿Hasta dónde llegaremos con este festival de impunidad que vienen implantando  los antisociales?

Pero ya nadie, absolutamente nadie,  puede poner en duda que el robo y la corrupción se han constituido en “deportes” con raíces cada día más profundas.

  No es posible que se haya llegado al extremo de que propiedades que costaron al país decenas de  millones de pesos  estén en manos de particulares.

Un ejemplo revelador está en los millones de tareas de tierra  que eran propiedad del Consejo Estatal del Azúcar,    saqueadas por los propios funcionarios que debieron   velar por su cuido.

También resulta increíble que el complejo deportivo La Barranquita, de Santiago, esté siendo vendido por solares..

 Santiago en su conjunto es culpable del abandono casi absoluto del mismo, pero de ahí a dejar  que lo vendan por solares, es una barbaridad que desdice mucho de los componentes de una sociedad.



El Día

Periódico independiente.

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