Encuestas probabilísticas vs las no probabilísticas

Encuestas probabilísticas vs las no probabilísticas

Encuestas probabilísticas vs las no probabilísticas

La investigación estadística, sin importar la finalidad, se materializa a través de una se las siguientes vías: 1) un censo de la población objeto de estudio; y 2) una muestra de dicha población.

A partir de los datos del censo se determinan los valores verdaderos de la población, que en estadística se denominan parámetros (promedio, varianza, proporciones, porcentajes, etc.); a partir de los datos de la muestra, se estiman los parámetros.

Cuando se escoge la vía de la encuesta por muestreo, hay que decidir entre una encuesta probabilística o una no probabilística, que es el tema de esta entrega.

Encuesta probabilística.
Lo primero en dejar bien claro es que para diseñar una encuesta probabilística hay que disponer de un marco de muestreo, que varía dependiendo de la población objeto de estudio y de las variables de interés en medir.

Por ejemplo, cuando se trata de encuestas de hogares, el marco por excelencia es la cartografía que elaboró la Oficina Nacional de Estadística para el último censo de población y viviendas, así como el volumen de la población, su composición por sexo, edad, distribución geoespacial y cualquier otra variable de interés para el diseño de la muestra.

En el caso de que se trate de una encuesta de establecimientos, el marco puede ser un listado o directorio con todos los establecimientos que conforman la población objetivo, con la clasificación de interés, direcciones postales o coordenadas gps o un número de teléfono o correo asociado a cada establecimiento.

Si se tratase de una encuesta preelectoral, el marco se construye a partir de los datos básicos disponibles del padrón de electores, su distribución geoespacial, composición por sexo y edad, sumado a informaciones provenientes del último censo de población y viviendas, incluyendo la cartografía censal.

¿Por qué es importante disponer de un marco de muestreo? La respuesta es simple, porque permite seleccionar muestras aleatorias, donde cada elemento de los que se incluyen en el marco, que se denominan unidades de muestreo, tiene probabilidad conocida de selección diferente de cero y, de esta manera, la encuesta adquiere la categoría de probabilística que, a su vez, tiene la ventaja de que permite hacer estimaciones objetivas de los parámetros poblacionales de interés.

Encuesta no probabilística
La encuesta no probabilística es aquella en la que no se dispone de un marco de muestreo para la selección de las unidades de muestreo.

Por lo tanto, la selección de la muestra se hace sobre la base de una técnica no probabilística. En algunos casos, aún disponiendo de un marco de muestreo, hay investigadores que prefieren seleccionar muestras no probabilísticas, ya sea por conveniencia de la investigación, por un tema de la logística de implementación que requiere la encuesta probabilística, por disponer de un presupuesto exiguo o por otras razones.

En cualquier caso, el investigador o investigadora debe estar consciente de que la muestra no probabilística no garantiza objetividad en la estimación, ya que en el proceso de la recolección de los datos se puede cometer un importante sesgo de selección.

Dionicio Hernández Leonardo

Encuestas mixtas
En algunos tipos de encuestas, especialmente las de opinión y las preelectorales, por la premura con que se requieren los datos o por asuntos económicos y hasta por practicidad, el investigador se ve en la necesidad de acudir a un diseño mixto, en la categoría de muestra compleja, por lo general una encuesta en dos etapas, en la cual, para la primera etapa se dispone de un marco de muestreo, por lo que la selección en esa etapa es probabilística; y en una segunda etapa se acude a un muestreo no probabilístico, ya que no se dispone de un marco de muestreo para una selección probabilística en esa etapa.

Esto suele ocurrir, por ejemplo, en una encuesta nacional, en la cual se puede hacer una selección aleatoria de puntos de muestreo (spots) y, dentro de cada spot, una selección no probabilística.

Muchas de las encuestas de las que se publican en los medios de comunicación, especialmente las de opinión y las preelectorales, casi siempre, en sus fichas técnicas informan que la encuesta aplicada fue del tipo probabilística.

Pero, para que esa aseveración sea cierta, la firma encuestadora tendría que disponer del padrón de votantes, con nombres y apellidos y con detalles personales que la institución que organiza las elecciones no ofrece, como son: direcciones, teléfonos, edad, etc.

Esto significa que hay muchas encuestas que inician su publicación con una mentira en la ficha técnica.
Visto lo anterior, en el marco de las buenas prácticas en el diseño, realización y publicación de encuestas, la verdad estadística se construye haciendo lo correcto, usando la técnica apropiada y comunicando los aspectos metodológicos que la sustentan. Decir que una encuesta fue probabilística, cuando en realidad no lo fue, es una mala práctica y un engaño.

*Por Dionicio Hernández Leonardo



El Día

Periódico independiente.