Santo Domingo.– El descanso adecuado y el sueño reparador son fundamentales para mantener una buena salud física y mental. Estas necesidades básicas no solo ayudan a renovar la energía para las actividades diarias, sino que también desempeñan un papel crucial en la prevención de enfermedades y en la gestión del estrés.
En un contexto como las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, donde los horarios suelen alterarse y el ritmo de vida se acelera, es común descuidar estos aspectos esenciales.
Sin embargo, con la llegada de enero, retomar una rutina equilibrada se vuelve imperativo para afrontar el año con bienestar integral.
La alimentación como pilar clave
El doctor Ariel Encarnación, nutriólogo clínico, explicó a El Día que cuidar nuestra nutrición es fundamental para establecer buenos hábitos que perduren durante todo el año.
Una dieta variada y equilibrada, baja en grasas y azúcares, y rica en frutas y verduras, es el punto de partida para una vida saludable.
“No se trata solo de qué comemos, sino también de cómo lo hacemos. Optar por técnicas de cocción saludables, como el horno, la plancha o el vapor, beneficia enormemente nuestra salud», enfatiza el especialista.
Consejos para un estilo de vida saludable
Adopta hábitos alimenticios sostenibles:
En lugar de recurrir a dietas estrictas por períodos cortos, realiza cambios graduales que puedas mantener en el tiempo.
Incorpora actividad física:
Practica ejercicios entre 30 y 60 minutos, 4 o 5 veces por semana. Esto fortalece los músculos, la densidad ósea y mejora la salud cardiorrespiratoria.
Prioriza el descanso:
Dormir entre 7 y 8 horas diarias es clave para reponer energías y enfrentar el estrés cotidiano.
Hidratación adecuada:
Consume suficiente agua, generalmente unos 2 litros al día, según las necesidades individuales.
Busca asesoramiento profesional:
Consulta con especialistas certificados para obtener un plan alimenticio adaptado a tus necesidades.
La importancia del sueño para la salud
Encarnación resalta que un descanso nocturno reparador no solo mejora el estado de ánimo y el rendimiento diario, sino que también eleva las defensas del organismo.
“Dormir bien reduce el riesgo de infecciones respiratorias y gastrointestinales, como resfriados, gripes o gastroenteritis. Además, permite gestionar mejor el estrés, otro enemigo común del bienestar”, explica.
El ejercicio físico, además, complementa una rutina saludable, ya que fortalece el sistema inmunológico y contribuye al bienestar general. Actividades como caminar, practicar yoga, nadar o andar en bicicleta pueden adaptarse a los gustos y necesidades de cada persona.
Retomar hábitos saludables en enero debe incluir una combinación de buena alimentación, ejercicio regular y descanso suficiente. Estos pilares son esenciales para afrontar los desafíos del año y mantener una vida equilibrada y saludable.