El subsidio de los combustibles

El subsidio de los combustibles

El subsidio de los combustibles

El subsidio a los combustibles ha representado un sacrificio fiscal de miles de millones de pesos. El comportamiento del mercado mundial de los combustibles hace prever que los altos pecios se mantendrán por mucho tiempo más.

Un subsidio de ese tipo por un prolongado periodo termina siendo perjudicial para la sanidad económica.

Sin embargo, es entendible que algo hay que hacer para mitigar los efectos que en la economía familiar tienen los altos precios de los combustibles, un facto transversal en la vida cotidiana de la gente.

Pero se acerca el momento de pensar hacer un enfoque diferente pues el subsidio generalizado de los precios de los combustibles llega por igual al que usa el transporte público para moverse diariamente como al que usa un yate de lujo o un auto de alta gama.

Dicho de otra manera, es entendible subsidiar el combustible para el transporte público de pasajeros, la producción o el transporte de mercancías, pero asimismo resulta discutible cuando llega por igual para actividades no esenciales.
El subsidio generalizado tampoco incentiva el ahorro de combustible.

Llama la atención que el consumo de combustible con el petróleo por encima de los 100 dólares sea mayor a cuando estaba por debajo de 50 dólares.
Ese fenómeno se explica porque el consumidor no siente el peso de los aumentos de precios en el mercado internacional y, por tanto, carece de motivos para ahorrar.

Se acerca el momento en que se empiece a pensar en focalizar el subsidio de los combustibles y simultáneamente promover el ahorro.



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