El Día 
Todos los plazos se cumplen, llegó el momento de decidir y las palabras sobran, como sobran las quejas y lamentos, los pataleos y las plañideras de líderes políticos, sociales y económicos, y de tantos pica-pica que asquean el escenario. Las moscas, mientras más de miel, más abundantes.
El cardumen de pirañas irredentas está en desbandada, la manada de opíparas hienas también. Todos se proclaman el cambio, la cosa está muy dura. En beisbol, nuestro deporte rey, no hay cambio a esa velocidad. A casi cien millas por hora, es solo una recta de humo.
Las promesas son pichar la pelota por debajo del brazo y de bombita, para que todos la podamos batear. Esto auguraría buen futuro como pelotero, se olvidan que no hay tantas pelotas para botar y que los que están el cuadro o en el out field son profesionales para atrapar batazos, ese es su trabajo.
Pícher y bateador, no pueden ser felices a la vez, te quiero ponchar, tu batearme de home run, solo puede ocurrir una de las dos. Lo demás es imposible; demagogia y chercha, hábito común de la clase política, fingir pleitos en público y abrazarse en privado.
Después del domingo 20 de mayo se cae el telón, la verdad al desnudo, ese es el escenario, Post pesadillas. Que sea sin trauma, o lo menor posible. Concurrimos a un torneo electoral cerrado, con buenos dominicanos, con buenos ciudadanos, con instituciones sólidas y creíbles regenteando los procesos, que mas pedir, es a todo dar.
La Policía Nacional garantiza a toda la ciudadanía seguridad absoluta en las elecciones, siete directores centrales, trece directores regionales y sesenta comandantes de zonas, también el Ministerio de las Fuerzas Armadas, integrada al servicio de manera absoluta. El Jefe de la policía Electoral es un oficial preparado, inteligente y juicioso, para asumir esta macro-responsabilidad, bajo la comandancia plena de la Presidencia y los miembros de la Junta Central Electoral.
La mejor y la más fácil forma de que todo quede bien, es cuando cada actor cumple con su papel, una orquesta profesional no toca de oído, si todos leen su partitura la interpretación resultará magistral.
No creas en los que se la juegan al todo por el todo, sin un plan de contingencia. Todos los candidatos son ganadores, más de diez millones de personas dominicanas y solo seis pueden alzarse con el mérito de optar por la presidencia del país. Esa es una distinción suprema. Ya hay dos precalificados, qué más quieren, uno que ha sido presidente y otro que conoce todo, como estratega y diseñador de gobiernos. Son personas realizadas, modelos a seguir, no importa la forma lo vea.
¡Que cierren ese episodio con broche de oro! Regálenle al país la paz y la tranquilidad que tanto ansía. Ustedes, líderes, comandan este pueblo de mitad a mitad. La victoria electoral de uno, cualquiera de los dos, será como en las carreras de caballos, por el foto-finish. Ganará el país, ganamos todos.
El próximo domingo 20 de mayo, en tus manos estamos señor, ilumina el camino, cuídanos y cúbrenos con la protección necesaria, ¡Amén!
