El Día 
Dice la creencia popular que pasar por debajo de una escalera te asara. Que es de mal agüero caminar de espaldas y mejor que no se cruce un gato negro por delante cuando caminas.
¿Qué será lo que lleva la mala suerte? ¿El color negro, la escalera o el gato? Mientras se desenreda esa tripa, yo me quedo aquí como un Gato Negro y me cruzo en el camino de las más inútiles retrancas que impiden a los jóvenes ser jóvenes y delante de quienes hieren a mis mujeres, a mis hijxs y a esta tierra destinada a alimentarnos y a guardar en su seno el agua que necesitamos, pura y sana.
Ay! la creencia popular, es más que un dicho, tiene poderes extremos que manipulan nuestras conductas en secreto. Basta imaginarnos que hoy se cruzará ese Gato Negro para cambiar el esquema del día y tomar atajos.
Por qué no enchinchar al Gato Negro para que le de mala suerte a los comemierda que mantienen esta decadente cultura del consumismo y sus consecuencias: el ser-rico-rápido, el candidato, el transfuguista.
Qué bueno sería ver pasar un Gato Negro, con su gabardina y sombrero, cruzando el camino a quienes se hacen los brutos o pendejos para joder a los demás, a los puti-intelectuales, a los que se disfrazan de seriecitos.
Y así bajo la creencia de que siete vidas mantendrán 7 veces en vilo a los diseñadores de este social, pongamos en turno a sus creencias como la posibilidad de que exista un capitalismo democrático, un estado de derecho en libre mercado, la competitividad entre industriales y consumidores. Y preparemos mi querido Gato Negro para quienes aman el progreso y desarrollo en esta sociedad aplastada por la manipulación mediática, Hollywood y otras agresiones del frente cultural de la codicia.
Miauuuu!
