Ejerceré mi derecho

Ejerceré mi derecho

Ejerceré mi derecho

H ace unos años, en el país resultaba prácticamente una “herejía” que un atleta o un periodista deportivo se inmiscuyera en actividades políticas.

Se entendía que tomar posiciones en ese sentido, desvirtuaba la objetividad  profesional.

Esa era, sencillamente, una forma de actuar con una “doble moral”, dado que desde siempre todo el mundo, no importa la actividad en que se desenvuelve, tiene sus simpatías hacia una corriente partidista.

En esta ocasión, una gran cantidad de atletas y  periodistas  han asumido el respaldo hacia los candidatos de sus preferencias.

 Las propuestas para integrarlos han sido todas bastante interesantes, dado que todas se basan en el apoyo irrestricto hacia el desarrollo de ese importante  renglón.

Ha sido mucha la publicidad que se ha pagado para destacar el aval de un atleta o de un cronista deportivo determinado.

 Todo ciudadano tiene el derecho de simpatizar por quien quiera.

Dentro del panorama de propuestas,  siempre hay una que tiene mejor soporte.

En mi caso, estoy decidido, y espero que mis lectores también, a darle el respaldo decidido a  PAPÁ.



El Día

Periódico independiente.

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