MOSCÚ.- El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, fue elegido este sábado líder del partido de gobierno, Rusia Unida, donde se propone dar «un nuevo impulso» a una organización acorralada por la oposición en los últimos meses.
En el Congreso Extraordinario de Rusia Unida realizado en las proximidades del Kremlin, Medvedev fue elegido por unanimidad de los delegados, mediante voto a mano alzada, para substituir en ese cargo al ahora presidente ruso, Vladimir Putin.
La designación de Medvedev era esperada, ya que el propio Putin había dicho, después de ser electo a la presidencia del país, que cedería las riendas del partido a su primer ministro.
Medvedev publicó esta semana una carta a Rusia Unida dejando claro que desea impulsar una profunda reforma al partido, después de haberlo comparado con el estancamiento político de la época de Leonidas Breznev, ex dirigente máximo de la Unión Soviética.
Durante el Congreso, Medvedev declaró ante unos 3.000 delegados e invitados que se hacen necesarios cambios «revolucionarios» en el seno del partido, para que se convierta en una entidad «más democrática» y «más abierta».
«La mayor prioridad del partido debe ser ahora trabajar con los jóvenes», dijo Medvedev, de 46 años, quien también destacó la importancia de Internet y de las redes sociales en las actividades partidarias.
El nuevo titular de Rusia Unida estimó que un «nuevo impulso» es necesario, ya que según afirmó existe un «factor acomodaticio» que «comienza a jugar contra el partido.
Rusia Unida es hegemónico en la cámara baja del Parlamento (Duma) desde su creación, en 2003.
«Dentro de cinco años, Rusia Unida debe ganar las nuevas elecciones a la Duma», dijo Medvedev ante el aplauso de los congresistas.
En tanto, Putin pronunció un muy breve discurso donde defendió que Rusia Unida es su «principal aliado y asociado», disipando de esa forma conjeturas sobre un eventual distanciamiento del Kremlin con el partido a raíz de su frágil desempeño en las elecciones legislativas de diciembre pasado.
Aunque nunca ha sido miembro del partido, Putin dirigía Rusia Unida desde 2008.
En las elecciones legislativas de diciembre, Rusia Unida perdió un cuarto de sus asientos en la Duma aunque mantuvo apretadamente una mayoría absoluta de 238 bancas. En las elecciones de 2007, había conseguido una victoria aplastante, quedándose con más de dos tercios de las bancas.
La victoria en las elecciones de diciembre del año pasado desató una ola de protestas sin precedentes desde la llegada de Putin al poder hace 12 años. En las protestas, la oposición denunció fraudes masivos que permitieron el ajustado triunfo de Rusia Unida.
Para la oposición, Rusia Unida se ha corrompido profundamente y por ello lo llaman el «Partido de los Estafadores y Ladrones».
