Difícil herencia

Difícil herencia

<P>Difícil herencia</P>

La democracia no se construye en años, ni en pocas décadas, toma tiempo, generaciones, que nazcan y se desarrollen en un ambiente de libertad, alternancia y respeto absoluto por los derechos humanos. Ha de convertirse en una cultura interiorizada por todos los ciudadanos y ciudadanas, una norma natural para todos los actores partidarios y las instituciones del Estado.  Y por supuesto un orden económico basado en la equidad y la oportunidad para que todos puedan producir riquezas y mejorar el nivel de vida de sus familias, no sólo un pequeño grupo.

 América Latina duró un siglo -el anterior- luchando por construir democracias, pero serios obstáculos internos y externos bloquearon muchas experiencias que prometían el inicio de regímenes democráticos. Golpes de Estado y dictaduras militares frustraron nuestras sociedades y generaron radicalismos políticos que únicamente por la vía de la violencia veían la posibilidad de construir sociedades democráticas.

 Estados Unidos, como factor externo, ha sido hostil a la democracia latinoamericana, primero como política imperial para apropiarse de las riquezas naturales de nuestro continente y luego de la crisis de los misiles en Cuba, como medida de seguridad nacional para evitar que se replicara un hecho semejante. Las administraciones estadounidenses siempre favorecieron gobiernos autoritarios leales a sus intereses en perjuicio de nuestros pueblos y el desarrollo de nuestras democracias.

 Luego de la disolución de la Unión Soviética el imperio del norte pasó a una política de indiferencia hacia nuestra región, posibilitando que antiguos partidos y liderazgos de la tradicional izquierda latinoamericana llegaran a ser gobierno. Estamos poniéndonos al día con la democracia, eso tomará tiempo, pero no hay atajos.



El Día

Periódico independiente.

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