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Defendamos la libertad de prensa

El Día Por El Día

Recientemente, periodistas del matutino “Diario Libre” fueron impedidos de acceder a una actividad organizada por la embajada de los Estados Unidos, en la cual se produciría el lanzamiento de un proyecto social para la niñez, alegándose que ese medio de comunicación no había sido invitado al evento.

Este inaceptable proceder, que el referido periódico lo atribuye a una retaliación por haber publicado una foto que no fue del agrado del actual embajador de esa sede, constituye una violación flagrante del derecho que tienen todos los medios de información al “libre acceso a las fuentes noticiosas oficiales y privadas de interés público”, consignado de manera expresa en el artículo 49 numeral 2 de nuestra Ley Sustantiva.

Así mismo, con dicha condenable actitud se transgrede, por vía de consecuencia, la libertad de prensa que tanta sangre, sudor y lágrimas le ha costado a la humanidad, pues ha tenido que luchar desde el origen mismo de la prensa en el siglo XIII con la aparición de las noticias en occidente y su posterior evolución y desarrollo con el invento de la imprenta de Juan Gutenberg, contra innumerables obstáculos para poder expresar libremente sus ideas comunicándolas a los demás en las diversas formas y medios existentes. La censura fue uno de los grandes inconvenientes que se tuvo que enfrentar, toda vez que estuvo presente en todas partes y lesionaba a todo tipo de publicación de aquéllos tiempos.

En Francia por ejemplo, desde Francisco I en 1521 y hasta la revolución de 1789, todas las publicaciones estaban controladas primeramente por la censura de la Universidad y luego por las censuras de los gobiernos monárquicos, con sanciones que iban hasta la pena de muerte.

Este tipo de limitaciones tuvo indefectiblemente que desaparecer concomitantemente con el desarrollo de la mentalidad del hombre y su concientización sobre la importancia de sus derechos naturales, lo cual condujo a que la libertad de prensa fuera establecida y reconocida en las distintas Constituciones.

Así, la primera enmienda introducida a la Constitución de los Estados Unidos en 1791, fue para instituir la libertad de prensa cuando dispuso que “El Congreso no emitirá ninguna ley tendente a restringir la libertad de palabra o de presa”.

Pero ya el artículo once de la Declaración de 1789 en Francia, había consignado que “La libertad de comunicar sus pensamientos y sus opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; todo ciudadano puede, por lo tanto, hablar, escribir, imprimir libremente, y sólo deberá responder de los abusos cometidos en el ejercicio de esta libertad en los casos previstos por la ley”.

Por todo esto, a los ciudadanos nos corresponde velar para que siempre prevalezca la libertad de prensa en nuestro país, elevando nuestra voz de protesta ante cualquier apresto de transgredirla sin importar los motivos que pueda tener o esgrimir el transgresor.

*Por Luis Yépez Suncar

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