Encuestas realizadas en todo el mundo estiman que hasta un 16% de los pacientes con covid-19 tienen algún tipo de complicación cardíaca.
El daño al corazón no depende del grado de la enfermedad: incluso los cuadros más leves pueden dañar el sistema cardiovascular.
El problema es que, muchas veces, esta secuela en el pecho no da ningún síntoma y la persona solo sentirá sus consecuencias cuando exija un trabajo extra al sistema cardiovascular.
Esto sucede, por ejemplo, durante la actividad física: el corazón necesita latir más para bombear sangre a los músculos y, si tiene algún daño causado por el coronavirus, puede funcionar mal e incluso descomponerse.
Por esta razón, lo más recomendable es consultar con un médico, quién puede ordenar una serie de exámenes cardiológicos antes de que volvamos a hacer ejercicio de más intensidad.
Pero, ¿cómo afecta el coronavirus al corazón?
Atrás quedó la época en que el covid-19 se veía solo como una enfermedad respiratoria.
Hoy en día se sabe que no se limita a los pulmones y tiene varias repercusiones en el organismo, con consecuencias para el intestino, los riñones, el cerebro y, por supuesto, el corazón.
En el músculo cardíaco, el Sars-CoV-2, el virus responsable de la pandemia actual, tiene una acción directa e indirecta. En primer lugar, el patógeno puede alojarse allí y devastar las células del órgano.
En segundo lugar, la infección genera una inmensa respuesta del sistema inmunológico. Esto, a su vez, lleva a un estado de inflamación que afecta el funcionamiento de varias partes del cuerpo (incluido el propio sistema cardiovascular).
«Estos procesos pueden derivar en miocarditis, con la aparición de áreas con cicatrices y fibrosis que se relacionan con arritmias», señala Marcelo Leitão, expresidente de la Sociedad Brasileña de Medicina del Ejercicio y el Deporte, que elaboró en colaboración con la Sociedad Brasileña de Cardiología una guía sobre cómo volver a hacer ejercicio de forma segura después del covid-19.
La arritmia no es más que un desajuste en los latidos que permiten que el corazón se contraiga para bombear sangre a través de las arterias.
En un momento de esfuerzo, el órgano necesita funcionar de forma rápida y eficiente, dado que aumenta la demanda de oxígeno y nutrientes de todo el cuerpo.
Y es exactamente en una situación como esta donde puede aparecer este desequilibrio cardíaco. «La miocarditis es una de las causas más frecuentes de muerte súbita», señala Colombo.
Se estima que esto puede ocurrir hasta 60 días después del diagnóstico y recuperación del covid-19.
Los estudios realizados durante la pandemia muestran que las complicaciones cardiovasculares relacionadas con el coronavirus aparecen incluso en las condiciones más leves.
La infección puede ser un factor que empeore una enfermedad cardíaca preexistente, pero también es el desencadenante de la aparición de una enfermedad torácica en aproximadamente el 12% de los pacientes.
¿Cómo protegerse?
Según el documento de las dos sociedades médicas brasileñas, antes de volver a practicar cualquier deporte, todas las personas que hayan tenido covid-19 deben someterse a una evaluación médica.
«El profesional analizará la condición de acuerdo con la gravedad de la infección, hará un examen físico en el consultorio y solicitará algunas pruebas adicionales», describe Leitão.
Los expertos sugieren que todas las personas recuperadas se hagan al menos un electrocardiograma, una prueba sencilla que mide la actividad eléctrica del corazón -que se encarga de regular el latido de este músculo.
Ahora, para los casos más graves o para deportistas profesionales y o personas que hacen deportes competitivos, el chequeo posterior al covid-19 debe ser más completo.
Además del electrocardiograma, la guía brasileña enumera otras pruebas, como la dosificación en sangre de troponina (una proteína que se altera cuando el corazón no está bien), la prueba de esfuerzo (la que se hace en una cinta para medir la resistencia física, cardíaca y pulmonar), el holter (que mide la presión arterial durante 24 horas) e incluso una resonancia magnética.
Si los resultados son correctos, la persona puede reanudar el entrenamiento. En caso de cualquier alteración o diagnóstico de miocarditis, es importante esperar un poco más.
«Por lo general, el paciente necesita entre tres y seis meses de descanso y hacer algunas reevaluaciones mientras tanto para ver cómo evoluciona la situación», dice Colombo.
Reinicio y cuidados básicos
Para aquellos que han recibido luz verde para volver al gimnasio, es importante que se lo tomen con calma al principio.
No se puede seguir el mismo ritmo que antes de la pandemia, porque el cuerpo no está acostumbrado y ha perdido el acondicionamiento en los últimos meses.
«El retorno debe ser gradual y vale la pena hacer un fortalecimiento muscular antes de iniciar un entrenamiento aeróbico, como correr o andar en bicicleta», sugiere Colombo.
Contar con la orientación de un profesional de educación física es aún más esencial en este punto.
También es bueno reforzar las medidas básicas de protección frente al coronavirus: trata de hacer ejercicio en casa o en lugares abiertos, como parques, plazas y clubes, con buena circulación de aire.
Usa mascarilla antes y después del entrenamiento. No te detengas a hablar con otras personas y mantén siempre una distancia mínima de 2 metros de otros deportistas.
Por último, lávate las manos con agua y jabón y desinfecta los objetos que utilizaste en el entrenamiento con gel de alcohol o alcohol al 70%.
Estas recomendaciones son válidas incluso si ya has tenido covid-19, ya que aún no se sabe cuánto dura la inmunidad y siempre existe el riesgo de contagiarte y transmitir el agente infeccioso a quienes te rodean.
¿Es necesaria una reevaluación?
«Si durante o después del ejercicio, te sientes muy cansado y tienes palpitaciones, dificultad para respirar o dolor en el pecho, consulta nuevamente con un profesional de la salud», dice Leitão.
Estos pueden ser signos de que algo anda mal en el sistema cardiovascular.
Si todo está bien y el ritmo de las actividades evoluciona sin problemas, los expertos de las dos sociedades médicas piden que todos se sometan a una reevaluación dos o tres meses después de empezar a ejercitar, así la persona puede estar segura de que no han surgido nuevos problemas.
Después de todo, todavía hay mucho que no se sabe sobre el coronavirus y sus efectos a largo plazo.
Para evitar sorpresas desagradables en tu corazón, lo mejor es siempre tener mucho cuidado.