Santo Domingo.-El nuevo Código Penal contempla sanciones para los empresarios que atenten contra el medioambiente, así informó la magistrada Rosalba Ramos.
Ramos destacó que al sector empresarial este nuevo escenario normativo le exige una reflexión profunda y un compromiso renovado. Ya no basta con cumplir regulaciones ambientales básicas; ahora la dimensión penal y de responsabilidad jurídica se torna central.
El término responsabilidad ambiental implica que las empresas, además de su función económica, tienen la obligación de actuar de manera que sus operaciones respeten los ecosistemas, los recursos naturales y mitiguen los riesgos al entorno humano.
Indicó que también existen desafíos. A menudo se subestima el impacto ambiental en las decisiones de negocio, y las inversiones en cumplimiento normativo o tecnologías limpias se perciben como costo y no como oportunidad.
Explicó que la empresa que adopte un enfoque reactivo se expone: la falta de prevención, la gestión deficiente de residuos, la negligencia en las autorizaciones ambientales o el uso inadecuado del suelo o de los recursos hídricos pueden terminar en procedimientos penales, multas, suspensión de actividades o pérdida de licencias. Señaló que el empresariado debe asumir que la protección del medioambiente es parte intrínseca de su misión, no un complemento.
En este sentido, cada empresa está llamada a transformarse, innovar, comprometerse y colaborar. Si lo hace, contribuirá no solo a evitar sanciones penales, sino a ser agente de cambio, garantía de un desarrollo económico que respete el entorno, proteja los recursos para las futuras generaciones y consolide la sostenibilidad como eje estratégico.
La magistrada dio esos detalles informativos durante el desayuno-conferencia “Responsabilidad ambiental y el rol del sector empresarial ante el nuevo Código Penal”, organizado por la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (Ecored).
Christy Luciano, presidenta interina del consejo directivo de Ecored, destacó que el desarrollo empresarial y la protección del medioambiente no son caminos opuestos.
Normativa
— Gestión
Luciano enfatizó que “más allá del cumplimiento, este cambio representa una oportunidad para fortalecer la gestión de riesgos ambientales, mejorar la gobernanza corporativa y proteger la reputación”.