Santo Domingo.- Su “presa” ideal fue el programa Botando el golpe, cuando lo hacía Jochy Santos en Rumba.

Las tardes eran su mejor aliada cuando Bolívar Valera se sentaba en la cafetería del colegio de su madre a llamar a ese espacio con una voz tan sexy que llegaron a ponerle de sobrenombre “Ají gustoso”.

Ahí se inicia su historia en la comunicación, en donde lleva recorridos casi 15 años que lo hacen hoy un empresario radial, una marca en el mercado y un joven talento que pudiera ser el relevo fácil de cualquier comunicador de los ya establecido.

Empresario

Pero tener una empresa propia de donde regenta su programa radial El mañanero con Boli, que se transmite de lunes a viernes de 7 a 9 por KQ 94.5 , no es que ha sido fácil, Valera ha tenido que practicar el arte de la paciencia, el emprendimiento y la resistencia.

Sus profesores para poder “domar” el medio fueron Luisín Jiménez, Jochy Santos e Irving Alberti, entre otros comunicadores, explica en entrevista para EL DÍA. “De ellos aprendí mucho, Luisin fue el primero en darme la oportunidad en la radio, Jochy es el maestro a quien siempre le pido un consejo e Irving me enseñó a respetar, ser leal y fiel a los compañeros”, agrega un Bolívar más maduro y centrado que cuando sus inicios.

“Cuando se dividen los dos programas de Botando el golpe y el Mismo golpe, Luisín Jiménez me invitó a ir a la cabina, allí duré tres años de gratis, pero entendí que esa era una oportunidad que no podía perder, que los dueños de esa emisora dieron millones de pesos por sus equipos y que en ese momento yo tenía el privilegio de usarlos”, cuenta el joven comunicador a la hora de recordar que ahí fue cuando Jiménez le dijo: “Todo depende de ti, demuéstrale a los oyentes que tú puedes hacerlo”.

Desde esa época su carrera se ha visto en el tope, en la escala de lo normal, pero son situaciones que ha sabido llevar, porque su educación y la disciplina que le inculcaron sus padres (ambos educadores) le han enseñado que todo en la vida hay que ganárselo con el trabajo.

Los jóvenes

Él sabe que nada es fácil, y por eso se siente mal cuando mira que muchos jóvenes hoy no practican la paciencia y quieren la fama, no el trabajo, y no saben esperar. Su programa de radial, está lleno de talentos nuevos, a los que ha querido darles una oportunidad, a los que les enseña que el nuevo tiene que quedarse parado, no por maltrato, sino para que entienda que sentarse es un privilegio.

“Me gustaría que tengan claro que la comunicación es resistencia no velocidad”. Por ahora está preparando shows de humor con los talentos de su programa, los cuales son subidos a Youtube y pueden ser apreciados por todos. Además, quiere internacionalizar su programa radial. El cine no es una prioridad en su vida, al igual que la política, en donde ha recibido ofertas y las ha rechazado porque entiende que desde la comunicación puede ser más útil que en ese campo.

Dice que no haría nada sin la anuencia de Roberto Ángel Salcedo, d e quien ha aprendido mucho.
“No tengo ambición de tener un programa de televisión ahora mismo, pero sí en un futuro”, señaló.