SAN JUAN, Puerto Rico.-Es quizás la barriada más famosa y colorida de Puerto Rico, pero la violencia y criminalidad que allí reinaba al parecer se extendía mucho más allá de las calles adoquinadas y las murallas coloniales del Viejo San Juan. Se trata de La Perla, donde agentes federales de Estados Unidos y policías puertorriqueños irrumpieron hace unos días, derrumbando puertas y despertando a la gente.
Según las autoridades, fue el operativo más grande y más efectivo realizado en esa comunidad colgada a la orilla del océano Atlántico. Casi 70 personas fueron arrestadas por tenencia ilegal de drogas y armas y decenas más están siendo buscadas, dijo Javier Peña, agente especial a cargo del departamento del Caribe del Departamento Estadounidense Antidrogas.
La Perla, un laberinto de viviendas adyacentes al que se puede llegar caminando desde el centro turístico y de gobierno de San Juan, es conocido desde hace tiempo como un centro de ventas de drogas.
Pero Peña dice que tras una investigación de dos años se determinó que la principal pandilla narcotraficante estaba recibiendo grandes cantidades de narcóticos desde Sudamérica y vendiéndolos por toda la isla, convirtiéndose en el principal surtidor de heroína del territorio y ganando por lo menos 20 millones de dólares al año.
La magnitud de la actividad criminal llamó la atención de las agencias policiales así como su ubicación, justo debajo de los muelles coloniales donde miles de turistas deambulan tras bajarse de los barcos cruceros.
«Es una ofensa, un insulto para la isla que tenemos una de las más grandes organizaciones criminales operando en uno de los lugares más atractivos de Puerto Rico y cerca de la sede de nuestras dependencias de gobierno», dijo Peña en entrevista con The Associated Press.
Algunos políticos locales quedaron sorprendidos por el arresto de Jorge Gómez González, presidente de la Asociación del Rescate y Desarrollo de La Perla, que recibió cargos de ser el cabecilla de la organización narcotraficante. Gómez es conocido como líder comunitario de esa barriada, ha aparecido numerosas veces en la prensa y ha asistido a reuniones con el gobernador Luis Fortuño.
Gómez aun no ha indicado ante el juez su condición, pero ante periodistas aseguró que no tenía nada que ver con el comercio de estupefacientes. Natividad Gómez, una trabajadora social que ha ayudado a administrar un centro comunitario en La Perla durante 17 años y no es pariente del líder comunitario encarcelado, se negó a hablar específicamente sobre el caso pero expresó que él era apreciado en la comunidad y que siempre estaba dispuesto a ayudar a resolver problemas o disputas.
«El es simplemente una persona que ayuda a su comunidad y trabaja muy duro», expresó Gómez al tomarse un descanso de su trabajo organizando un campamento de verano para niños en La Perla. «Defiende al pueblo y les consigue lo que necesitan».
También fue arrestado Santiago Hernández Rosa, presunto segundo al mando en el cartel de drogas, quien era presidente del sindicato de estibadores locales. Se le acusa de tráfico de cocaína, heroína y otras drogas en Puerto Rico.