Alimentación en el paciente con insuficiencia renal
El paciente con insuficiencia renal, tal como lo indica el término, tiene un funcionamiento deficiente de sus riñones y por lo tanto no tiene el total de la capacidad para eliminar los productos de desecho del organismo.
Existen otros aspectos necesarios, pero que pueden retenerse en el cuerpo y aumentar en cantidades superiores a lo normal.
Hipócrates decía: “Somos lo que comemos”, y en efecto, así es, por lo que se recomienda tener sumo cuidado en la alimentación del paciente con insuficiencia renal, asegura la doctora Ana Carolina Báez, encargada de Nutrición Clínica y Dietética del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT).
La dieta del paciente con insuficiencia renal debe ser equilibrada y balanceada, al igual que la de todos, sin embargo, algunos alimentos que deberán ser de menor consumo, con la finalidad de proteger el riñón, merecen especial atención, entre ellos los siguientes:
1. Las proteínas o cárnicos
A este grupo pertenecen las carnes, aves, pescados, mariscos, embutidos y quesos, entre otros; dependiendo de la fase de la enfermedad se modificará la cantidad que el paciente puede comer.
Si este no se encuentra en diálisis, deberá disminuir las cantidades para someter su riñón a una menor presión y poder reducir los niveles de urea, creatinina y ácido úrico que generalmente se encuentran elevados.
En caso de que el paciente se halle en diálisis, el consumo de este grupo deberá ser ligeramente superior, pues durante las diálisis hay pérdidas de proteína, señala la especialista en Nutrición.
A su juicio, es importante tener en cuenta que deben ser carnes magras (con poca grasa) y cocinadas al horno, plancha, vapor, pues también hay que cuidar que no haya exceso de grasa en la dieta.
2. Los granos y leguminosas
Este tipo de alimentos deben ser siempre frescos, nunca enlatados. Los alimentos enlatados y en conserva contienen más preservantes.
Asimismo, deberán ponerse en remojo desde la noche anterior a su cocción y cambiar el agua antes de cocinar. Estas medidas ayudarán a reducir la cantidad de potasio y fósforo, otros elementos que en muchos casos se encuentran elevados, insiste Báez.
Un consumo de leguminosas de 2 a 3 veces por semana en cantidad de media taza para aquellos pacientes con niveles de potasio y fósforo normales será suficiente, si por el contrario estos niveles se encuentran elevados su consumo se restringe aun más.
3. Alimentos ricos en potasio
El potasio es un elemento que puede encontrarse elevado en esta enfermedad y su control es sumamente importante para evitar que puedan ocurrir arritmias cardíacas.
Se recomienda disminuir el consumo de alimentos que lo contengan en gran cantidad, como son los siguientes: guineo, lechosa, melón, kiwi, guayaba, zapote, tamarindo, aguacate, espinacas, auyama, hongos, remolacha, leguminosas.
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