El Día 
Raphy D'Oleo, empresario artístico
Por: Raphy D Oleo
¿Quiere saber cómo anda el espectáculo?
Revise el consumo de alcohol.
La diversión y el consumo de alcohol son hermanos gemelos. Su relación es tan estrecha que hay una correspondencia biunívoca entre ellos. El alcohol tiene sentido si es fuente de diversión y socialización, mientras que el espectáculo es más disfrutable si hay alcohol de por medio, pero uno de los gemelos ¨pesa¨ más que el otro, ya que es posible divertirse sin alcohol, pero muy difícil beber sin diversión.
Cuando la diversión se circunscribe al negocio de la música podemos deducir cómo funciona el espectáculo partiendo del consumo de alcohol. Las estadísticas que ofrece la Dirección General de Impuestos Internos nos permiten sacar una dura realidad.
La venta de bebidas alcohólicas en el primer semestre de este año presenta una caída de 18,15% con respecto al mismo periodo del año pasado, y de los 5 principales rubros 3 descendieron su consumo y 2 ascendieron. La cerveza tuvo una caída de 3.10%, el ron un 4.50% y el vino de uva 3.35%, mientras que el whisky creció un 3.39% y el vodka aumentó un asombroso 27.48%.
Si aterrizamos esos datos en el espectáculo veremos que los consumos de los productos definen los niveles de aceptación de los eventos artísticos partiendo de los blancos de público a los que están dirigidos. Whisky para clase media alta hacia arriba todos los públicos, cerveza, ron y vino para clase media y adultos contemporáneos, y vodka para juventud de cualquier clase.
La venta de bebidas es el mejor indicativo de cómo anda el espectáculo. Son exitosos los eventos de alta gama en los grandes salones a dónde va el público de mayor poder adquisitivo, consumidores de whisky, champagne y bebidas caras. Ocurre lo propio con los dirigidos al target 12-26, generaciones alfa y centennials, quienes son altos consumidores de vodka y tequila baratos, mientras que la disminución en las ventas de cerveza, ron y vinos de uva plantean claramente el fracaso de los eventos de clase media. La dura realidad es que los locales de diversión, grupos musicales y artistas de este renglón la tienen muy difícil.
