No es necesario que vivas acosada por los molestos sentimientos que produce la ansiedad. Con apenas unos minutos diarios de actividad física puedes desterrar sentimientos de miedo, inquietud, sudoración, inquietud y tensión excesiva. Sigue la rutina que prefieras durante 10 a 15 minutos, una o dos veces al día, y además prevendrás latidos cardíacos rápidos al incrementar tu capacidad pulmonar.

Recuerda que esos síntomas también están asociados con el estrés por lo que ambas situaciones serán beneficiadas. Unos 30 minutos al día por cinco días es la meta propuesta por las diferentes organizaciones que trabajan con la salud; los puedes dividir en dos bloques de 15 o tres de 10, de acuerdo a tus posibilidades.

¿Qué actividad es más beneficiosa? La que tu prefieras. Puedes simplemente caminar o bailar, jugar algún deporte individual o grupal, subir y bajar escaleras o hacer los quehaceres del hogar de manera más enérgica.

Es tu decisión.
También podrías descubrir nuevas actividades que te resulten desafiantes. Tú eres tu único oponente.

En mi caso me gusta tratar cosas nuevas como: natación, remar, montar bicicleta, boliche, billar, tomar clases diferentes en el gimnasio e incluso seguir vídeos por Internet.

Cuando comienzas a realizar actividad física para mejorar tu salud mental, emocional y física debes asumir el compromiso; lograrlo puede ser todo un reto por lo que busca inicia de poco con actividades conocidas y placenteras a fin de crear la nueva rutina en tu mapa cerebral con relativa facilidad. Si eres de las personas que necesitan acompañamiento habla con tu médico, busca un entrenador, rodéate de amigos que puedan ser tu soporte.

Establece metas razonables. Haz tu plan de acción. Cuéntame cómo vas o si necesitas ayuda.