Para el cambio de la realidad, los cristianos tienen que contar con un análisis de esa realidad tejida en torno al binomio riqueza / pobreza, Norte / Sur, y que demostrará que esa situación no es fruto de la casualidad ni de la voluntad de los dioses, sino del egoísmo y codicia de los hombres, del dominio que los más fuertes establecen sobre los más débiles y necesitados.
Este análisis es necesario para descubrir las causas reales de la opresión y a sus sujetos responsables y evitar el idealismo. El marxismo, no como filosofía o visión global de la realidad, sino como ciencia, puede ayudar mucho al conocimiento de esas causas y las funestas consecuencias derivadas. Vale en cuanto su análisis se muestre verídico en señalar la génesis y efectos del capitalismo. Nunca los teólogos de la liberación asumieron el marxismo como visión filosófica de la realidad ni lo utilizaron acríticamente.
Precisamente porque la TdL apunta al cambio de lo que es opresión e injusticia, ha sido calumniosamente atacada. Esta teología reclama para
Esta recolocación de
Pero, los cuestionados por
Después, no pocos venían asociando la suerte del
La caída del socialismo real no canonizaba la maldad intrínseca del capitalismo, sino que incitaba más bien a profundizar en las causas de sus opresión, hoy globalizada. Como siempre, las estructuras económicas cuentan en la marcha de la sociedad, y sin ellas no se puede entender el funcionamiento del sistema neoliberal.
Pero, no son determinantes ni ahogan la influencia de otros factores de la sociedad, el primero de todo el protagonismo de los ciudadanos. La conciencia actual puede revertir la visión eurocéntrica dominadora que, desde hace más de 400 años, gobierna al planeta Tierra.
El hombre no es, frente a la tierra, dueño y depredador, ni puede seguir explotándola ilimitada e insolidariamente. Hoy,