Las secreciones nasales no siempre se deben por un virus de la gripe

Las secreciones nasales no siempre se deben por un virus de la gripe

Las secreciones nasales no siempre se deben por un virus de la gripe

De acuerdo a la cantidad de líquido se debe guardar reposo.

Recientemente, se dio a conocer el caso de Kendra Jackson, una mujer de Omaha (Nebraska) de 52 años, quien pensó que padecía de una congestión constante.

La tos, los estornudos, la secreción nasal y las migrañas, que comenzaron poco después del accidente en el que se golpeó la cara contra el tablero de control del vehículo lo asociaron a un problema de alergias o una congestión severa.

Sin embargo, luego de casi tres años de muchos estudios y diagnósticos errados, los médicos descubrieron que su secreción nasal se debía a una fuga de líquido cefalorraquídeo, causada a raíz de un pequeño orificio en su cráneo consecuencia del accidente.

Pero… ¿qué es el líquido cefalorraquídeo? Según la doctora Yancy Acosta Ruiz, otorrinolaringóloga y cirujana de cabeza y cuello en los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), se trata de una sustancia incolora que cubre el cerebro, la médula espinal y las raíces nerviosas.

Su salida a través de la nariz se conoce como fístula de líquido cefalorraquídeo nasal y supone un alto riesgo de infección en los pacientes.

“Cuando las barreras que separan el cerebro de la nariz se rompen, se crea una comunicación anormal que permite la salida de líquido, pero también la entrada de bacterias y otros microorganismos presentes en el moco nasal hacia el cerebro”, explica la especialista.

Lo más característico

El signo más característico, de acuerdo a la otorrinolaringóloga, es la salida de líquido claro a través de las fosas nasales.

El paciente espontáneamente o ante los esfuerzos drena un líquido parecido al agua por una de las fosas nasales y que al tragarlo tiene un sabor ligeramente salado.

También puede presentar otras alteraciones, como son cefaleas de intensidad variable, alteraciones del olfato, meningitis, formación de abscesos en el cerebro, neumoencéfalo o entrada de aire al cerebro, incluso, la muerte del paciente si no es atendido de forma oportuna.

Si bien es cierto que en algunos casos puede deberse a un defecto desde el nacimiento, en la mayoría de los casos no es así.

Las causas, aclara Acosta Ruiz, que se generan por la formación de fístulas de líquido cefalorraquídeo más frecuentemente, son traumas craneales pasados o recientes, cirugías cerebrales, cirugías nasales, tumores nasales o cerebrales e incluso idiopáticas o espontáneas (es decir, sin causa aparente) asociadas a elevada presión dentro del cráneo.“Cuando son de causa traumática, suelen ser más frecuentes en varones, pues en ellos son más frecuentes los accidentes de tránsito, especialmente los de vehículo de motor.

Cuando son espontáneas suelen ser más frecuentes en mujeres, entre 40-50 años, asociadas a baja estatura, a sobrepeso u obesidad, que han tenido numerosos partos”, agrega la galena.

La especialista destacó que esta incidencia es variable, y pueden ser espontáneas (3-4%), relacionadas con malformaciones de la base bcraneal y con la obesidad.

Las secundarias suponen la inmensa mayoría de los casos, y aproximadamente el 80 % surgen en el contexto de traumatismos craneofaciales, con fractura de la base craneal. Agregó que el resto (16 %) son iatrogénicas, como resultado de intervenciones quirúrgicas endonasales o de la base craneal.

Estudios clínicos

La galena informó que el diagnóstico de esta condición se realiza con la sospecha clínica de salida de líquido transparente ligeramente salado a través de la nariz o de la cavidad retronasal, no asociado a procesos alérgicos ni gripales de forma continua.

Hacer los estudios clínicos y de laboratorio a una muestra de este líquido confirmará el diagnóstico.

Sin embargo, dice que no permitirá localizar el defecto óseo a través del cual sale el líquido. Para ello, aclara que también es necesario realizar tomografía computarizada y resonancia magnética cerebral y nasal.
Dijo que la endoscopia nasal es de gran utilidad, pues permite identificar la salida del líquido.

“Los riesgos de no identificar o tratar esta condición suelen llevar a infecciones cerebrales recurrentes (meningitis), formación de abscesos, o la muerte del paciente”, concluyó la especialista.

80 %  De las fístulas de líquido nasal.
Surgen en el contexto de traumatismos craneofaciales con fracturas de la base craneal.

Cómo se puede diagnosticar

Se diagnostica con drenaje nasal, para comprobar si contiene la proteína que se encuentra en el LCR y con una tomografía computarizada.

El tratamiento puede ser conservador (con reposo o medicamentos) o requerir cirugía, esto dependerá de la causa de la fístula, la cantidad de líquido que pierda, los antecedentes del paciente y el tiempo de actividad de la fístula.