El mayor narco del mundo tenía conexiones en República Dominicana

El mayor narco del mundo tenía conexiones en República Dominicana

El mayor narco del mundo tenía conexiones en República Dominicana

Santo Domingo.-Joaquín Guzmán Loera, el jefe supremo del violento cartel de Sinaloa, tenía sus ojos puestos en el territorio de República Dominicana para utilizarlo como uno de sus ejes en las rutas para introducir grandes cargamentos de heroína y cocaína a Europa.

Desde hacía varios años ya usaba el país para introducir su mercancía a Estados Unidos, en coordinación con sus socios del ahora disminuido cartel del Norte del Valle.

Con la caída de los más importantes narcotraficantes que operaban desde territorio dominicano, como son Quirino Ernesto Paulino Castillo, José David Figueroa Agosto, Ernesto Bienvenido Guevara Díaz, Ramón Antonio del Rosario Puente, Yubel Enrique Méndez Méndez y el colombiano Luis Santacruz Echeveri, entre otros, “El Chapo Guzmán” decidió enviar gente suya a República Dominicana para que supervisara sus intereses.

Dentro de ese esquema entró el mexicano que se movía con el nombre de Luis Fernando Bertolucci Castillo, enviado en persona por el jefe del cartel de Sinaloa para que coordinara desde aquí las operaciones de narcotráfico con sus pares colombianos y sus socios dominicanos.

En un principio se tenía como un peón de baja categoría del cartel de Sinaloa y como tal fue extraditado en julio de 2012 a Estados Unidos. Pero resultó que el mexicano detenido era un piloto de avión de la extrema confianza de “El Chapo Guzmán” cuyo nombre verdadero era Fernando Blengio Cesaña y a quien las autoridades norteamericanas quisieron usar como testigo contra Vicentillo Zambada, hijo de “El Mayo Zambada”, número dos del cartel de Sinaloa y posible sucesor del detenido Guzmán.

La conexión mexicana

La ubicación de la conexión mexicana se inició con el arresto el 1 de julio, en Villa Mella, del libanés Mawan Chebli Chebli, quien resultó ser una figura con frecuentes movimientos entre Colombia, Venezuela y México. Incluso, fue procesado en Venezuela, en junio de 2007.

En adición a ese caso, en el país fueron detectados varios cargamentos importantes que luego se comprobó eran propiedad de “El Chapo Guzmán”.

Uno de esos fue el decomiso de 807 kilos de cocaína en el Puerto Multimodal Caucedo, el 14 de marzo de 2012, que según las autoridades era propiedad del capo mexicano. El destino de esa droga era el puerto de Valencia, en España, para de ahí distribuirla al mercado europeo.

A ese mismo cartel se le atribuye la ejecución en Santiago de cuatro colombianos en 2011 a los que los narcos responsabilizaban de la pérdida de un importante cargamento, el cual fue decomisado luego de una operación antinarcóticos que incluyó hasta infiltración de varios agentes.

Capo preso

Durante 13 años, Joaquín “El Chapo” Guzmán veía desde las escarpadas montañas del occidente de México cómo las autoridades capturaban o mataban a los líderes de cada grupo que desafiaba el lugar del cartel de Sinaloa en la cumbre mundial del tráfico de drogas.

Indemne y con su leyenda creciendo, el bajo y fornido hijo de un campesino se ganó un lugar en la lista de multimillonarios de “Forbes” y un estatus folclórico.

El capo se había vuelto demasiado poderoso para atraparlo. Luego, a finales del año pasado, las autoridades comenzaron a acercarse al círculo íntimo del jefe del narco más buscado en el mundo.

El hijo de uno de sus principales secuaces, Ismael “El Mayo” Zambada, fue capturado en noviembre en un cruce fronterizo en Nogales, Arizona, como parte de una extensa y compleja investigación.

Un mes después, uno de los lugartenientes del cartel de Sinaloa fue abatido en una población turística, situada a unas horas manejando al este. Pasaron menos de dos semanas antes de que la policía en el aeropuerto Schipol de Ámsterdam arrestara a uno de los principales sicarios de la organización delictiva: el encargado del transporte y logística de Guzmán.

Este mes, la horca comenzó a apretarse. Fuerzas federales realizaron operativos por todo Culiacán, la capital del estado costero de Sinaloa, cerrando calles, allanando casas, decomisando armas automáticas, drogas y dinero y arrestando a varios hombres que las autoridades mexicanas describen a los reporteros como importantes colaboradores de Zambada.