Definitivamente el mundo cada día se hace más confuso, por la proliferación de ideas absurdas a diestra y siniestra sin ningún control.

Eso trae como consecuencia el irrespeto y la irracionalidad que campean en todos los sectores, incluso en los deportes, donde se suponía que existía un mayor equilibrio, pero qué va, cuán equivocados habíamos estado con esa falsa creencia.

Hoy, los llamados a la “rebelión” surgen desde el mismo corazón de las instituciones que deben velar y han sido seleccionadas para evitar confrontaciones.

Porque no es posible que por contradicciones entre el presidente del Comité Olímpico Internacional con el máximo ejecutivo de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado, el primero amenace con sacar esa disciplina de los próximos Juegos Olímpicos Tokio 2020.

El señor Thomas Bach, presidente del COI, debe saber muy bien que el pugilismo es una de las primeras disciplinas por la participación en todos los eventos.

Entonces, salir con una estupidez de tal dimensión, es sencillamente incomprensible.

Si bien es cierto que el boxeo es un deporte violento, practicado en la casi totalidad del mundo por atletas de bajo rango socioeconómico, no es posible eliminarlo por decreto de un evento de tanta transcendencia.

Y desea tomar esa decisión en momentos en que se han adoptado reglas que disminuyen las muertes y las lesiones permanentes que sucedían con mucha frecuencia.

Hoy existen muchos deportes con tanta o más violencia, y lo muestran los hechos fatales que recogen las estadísticas.

Pero hay que dejar muy claro que, aunque la confrontación inició por otras causas, en especial sobre el manejo que se le venía dando a la AIBA, las intenciones de Bach son eliminar esa disciplina en forma definitiva.

RADARES.- La producción de libros, de cualquier naturaleza, es una de las tareas más trabajosas en nuestro país, dados los inconvenientes que se encuentran en el camino. Por lo que felicito a todos los colegas que se dedican a realizar esa labor a veces frustratoria, pero que en el fondo da grandes satisfacciones. Quiero felicitar al colega Franklin Mirabal, quien me hace llegar su libro “RD, una mina de béisbol”, donde resalta el trabajo de varios grandes peloteros dominicanos destacados en Grandes Ligas.