Shanghái (China).- El presidente de China, Xi Jinping, reclamó “ampliar el consenso y la cooperación” con los países europeos para “afrontar juntos los desafíos globales”, informó la televisión estatal CCTV.
Xi hizo estos comentarios durante una videoconferencia llevada a cabo anoche con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que se abordó la situación de lasbilaterales entre China y la Unión Europea (UE).
En ella, el líder chino pidió “respeto mutuo” y “buscar intereses comunes” al tiempo que se reservan o se “manejan adecuadamente” las diferencias, con el objetivo último de desarrollar los lazos entre su país y Europa. “Esperamos que Europa desempeñe un papel más activo en los asuntos internacionales, reflejando de verdad su autonomía estratégica”, exhortó Xi en una velada referencia a la campaña del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, para volver a ganarse a los países europeos y formar un frente común en asuntos políticos o económicos tras el distanciamiento vivido con su predecesor, Donald Trump.
A este respecto, Xi recalcó su apuesta por un “verdadero multilateralismo” la resolución de problemas internacionales “mediante las consultas».
Pese a que es precisamente la parte europea la que sostiene desde hace años que China todavía no ofrece igualdad de condiciones a las empresas del Viejo Continente que operan en el país asiático, Xi le dio la vuelta a la tortilla y pidió a los países europeos que “ofrezcan un entorno de negocios justo, transparente y no discriminatorio para las empresas chinas».
Otro de los puntos destacados de la intervención del mandatario chino fue su petición a las naciones europeas de que apoyen la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 en un momento en el que en algunos países se especula con un posible boicot en protesta por la situación de los derechos humanos en China.
En la conferencia, que no había sido anunciada con anterioridad, los tres líderes también hablaron de comercio internacional, de la lucha contra el cambio climático, de la protección de la biodiversidad y de la cooperación internacional en el marco de la pandemia de la covid-19.
Pese a que el diálogo se desarrolla con aparente fluidez en asuntos como la cuestión climática, las relaciones entre China y la UE no pasan por su mejor momento.
El acuerdo de protección recíproca de inversiones CAI entre las dos partes parece haber encallado en el proceso de ratificación europeo y las diferencias políticas están ahondándose tras las denuncias europeas de la represión de Pekín en Hong Kong y las violaciones de los derechos humanos contra la minoría musulmana uigur en Xinjiang.
La UE sancionó el 22 de marzo -tras una decisión similar de EE. UU.- a cuatro funcionarios y a una entidad china por la citada situación en Xinjiang, la primera de este tipo aplicadas por la UE a China desde la masacre de la plaza de Tiananmen (1989).
Pekín respondió a su vez sancionando a diez europeos, la mitad de ellos eurodiputados, y cuatro entidades, a la vez que convocó al embajador de la UE en China, Nicolas Chapuis, para presentar una queja formal ante Bruselas.