Vocación de servicio

Vocación de servicio

Vocación de servicio

Ana Blanco

Servir se define en el diccionario como ser útil o estar al servicio de alguien. De una vez llega a la mente un sentimiento negativo, como que estar al servicio de alguien es algo obligado y no deseado. Y es una idea que nos inculcan desde pequeños.

Y creo que no hay nadie más admirable que las personas con verdadera vocación de servicio, esas que de manera proactiva deciden servir a otros.

Pero hoy quiero hablar de un servicio más cercano, más del día a día. Ese que podemos hacer hacia las personas que nos rodean y que al final se te devuelve con la grata satisfacción de haber hecho algo por ellos que les hace felices o les facilita la vida.

Y todo sin esperar nada a cambio. La sonrisa de tu pareja cuando le preguntas qué le preparas para la cena, la de un hijo cuando lo vas a buscar a las tantas de la mañana para que no maneje solo, la de un compañero de trabajo al que le cubres el día para que pueda ir a un evento familiar, la de una persona mayor cuando le cedes un asiento.

Parecen cosas normales, naturales, pero hoy se nos inculca el individualismo, el hacer las cosas si vienen con alguna recompensa, el ver a los otros más como algo de lo que podemos sacar provecho en vez de verlos como a alguien a quienes podemos aportar.

A las mujeres que son serviciales se las tacha de sumisas, a los hombres de débiles y de una manera u otra nos bloquean el genuino deseo de servir a los demás.

Les aseguro que cuando eso deja de importarte, servir se convierte en una experiencia maravillosa que te da más felicidad a ti que incluso a quien es objeto de tu agrado.



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