La Cancillería dominicana decidió requerirles visas a los venezolanos para ingresar al país. Se trata de un mecanismo para controlar la migración ilegal.

También un reconocimiento práctico del Gobierno dominicano de la crisis humanitaria que vive Venezuela.

Está bien que las autoridades dominicanas hayan impuesto una medida de control para la masiva migración de venezolanos que se ha venido registrando, pero ojalá que la misma venga acompañada de otras medidas para que los que ya están en territorio dominicano de manera ilegal puedan regularizar su estatus.

El venezolano que ha abandonado su país en las actuales circunstancia tiene vocación de retornar a su país cuando desaparezca el actual panorama político que ha degenerado en la crisis humanitaria.

En reconocimiento a la acogida que dio Venezuela a miles de dominicanos en los años setenta y ochenta, a esos ciudadanos se les debe permitir un régimen similar al Plan Nacional de Regularización que se impuso con el propósito fundamental de beneficiar a los haitianos.

La mayoría de esos venezolanos no tienen vocación de permanencia en el país, están de paso, por tanto a la misma República Dominicana le conviene que estos regularicen su estatus, proceso que sería mucho más fácil que con los haitianos, porque los venezolanos viajaron con documentos.

Visas para los que no han venido y facilidades de regularización para los que ya están.