Al menos 39 personas murieron ayer por una explosión en el sur de Afganistán, donde poco antes fallecieron cuatro efectivos estadounidenses cuando los insurgentes derribaron un helicóptero de la OTAN.
Mientras, el anterior jefe de la inteligencia afgana consideró peligrosa la estrategia del presidente Hamid Karzai de buscar la paz con el grupo extremista del Talibán debido a que, dijo, éste no ofrece nada a cambio.
El jefe de gobierno de la provincia sureña de Kandahar, Mohamad Anus, dijo que la explosión ocurrió alrededor de las 21.00 de ayer y causó 39 muertos. Añadió que más de 70 personas resultaron lesionadas por el estallido en el distrito de Argandab.