La violencia contra la mujer se define como todo acto de violencia a una mujer, que tenga como resultado un daño o sufrimiento físico, emocional, mental o sexual para ella, así también amenazas de tales actos, coacción o la privación de la libertad.
La violencia de género se refiere a los actos dañinos erigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género.
Se sabe por datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que una de cada tres mujeres es violentada por su pareja, principalmente, o por alguien que no es su pareja, aunque sea una vez en la vida. Este estudio fue hecho entre mujeres de 15 a 49 años.
Dentro de este contexto hablamos de violencia sexual (acoso, abuso y violación sexual) que es uno de los tipos de violencia contra las mujeres, a la que sumamos la violencia psicológica, emocional, física económica y varios tipos más.
La violencia puede afectar negativamente la salud física mental sexual y reproductiva de las mujeres y aumentar el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y aumentar las conductas de riesgos de las mujeres.
La violencia contra las mujeres es una violación a los derechos humanos y es un problema de salud pública, ya que alrededor de un 35 por ciento de mujeres ha sido violentada o abusada en algún momento de su vida.
Las personas que han sufrido malos tratos durante la infancia o vivido algunas situaciones de violencia son más propensas a ejercerla o a aceptarla.