Ventanas de diferentes estilos engalanan la Ciudad Colonial

Estructuras. Todo esto forma parte de nuestra historia y de nuestro acervo cultural. Estilos. Hay ventanas que muestran las líneas elegantes y aristocráticas del período isabelino.
En la Ciudad Colonial existen variedad de ventanas construidas a lo largo de los siglos, puesto que el núcleo de nuestra Ciudad Primada de América sirvió de asiento a numerosas generaciones hasta la Revolución del año 65, tras la cual la ciudad se expandió.
Al comienzo, las casas y palacetes ostentaban elaboradas ventanas, tal y como aún subsiste aquella de la Casa de Tostado. No fue la única, sólo que fueron modificadas y destruidas según a conveniencia.
Después de que España cedió a Francia esta parte de la isla a cambio de Cataluña, la ciudad se engalanó con balcones y ventanas al estilo francés.
Todo esto forma parte de nuestra historia y de nuestro acervo cultural. Existen casas modestas, así como palacetes; todo forma parte del conglomerado urbano de la capital del Nuevo Mundo. Una ciudad que debe preservarse y cuidarse como un tesoro perteneciente a la humanidad.

Recorrido histórico
Los trabajos que se están llevando a cabo en nuestra Ciudad Primada y los cuales todos deberemos de pagar, deben estar a la altura de ese fin. Ventanas las hay de muchas formas: bellas y atractivas las unas, otras de origen humilde, pero no por ello, dejan de ser interesantes.
Es un recorrido a través de la historia de nuestra ciudad. Hay ventanas que muestran las líneas elegantes y aristocráticas del período isabelino, como son las del Alcázar de Colón; otras muestran el gusto afrancesado, con balcones elaborados.
Las hay más modestas, con el gusto del siglo veinte en sus comienzos. En fin, es un agradable recorrido: sólo observar el conglomerado de estilos que dieron por resultado una ciudad única, romántica y atractiva. Santo Domingo es única.
Es la primera ciudad fundada en el Nuevo Mundo, con la particularidad de que fue trazada a cordel, con calles paralelas y callejuelas conectándose con ellas.
Ninguna ciudad en Europa tuvo esa fortuna. De aquí partieron las naves que trazarían las rutas de un mundo nuevo y desconocido, hasta llegar al cabo de Buena Esperanza, lindando con el Antártico.
Pero fue desde aquí que partieron las naves, abastecidas y dirigidas por valientes y decididos descubridores, los que le brindaron a la humanidad un mundo nuevo y desconocido, que sería, en lo adelante, la meta y esperanza de una Europa empobrecida y plagada de guerras.
Anímate a conocer
— Diferentes ventanas
Al dar una vuelta por la ciudad, sería interesante fijarse en las diferentes ventanas que engalanan nuestro mayor tesoro, así nos podemos dar cuenta de la cantidad y calidad de las numerosas ventanas que de una u otra forma forman nuestro abigarrado conglomerado.
*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA
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