Ventana geminada de la Casa de Tostado, símbolo del pasado

Ventana geminada de la Casa de Tostado, símbolo del pasado

Ventana geminada de la Casa de Tostado, símbolo del pasado

En la ventana geminada se combinan los dos elementos que dieron vida al arte hispánico, los de raigambre gótica y aquellos de ascendencia mora. césar LANGA F.

La ventana geminada de la Casa de Tostado, simboliza para República Dominicana, todo su pasado, ese pasado durante el cual fue el primer virreinato erigido en América, la primera ciudad en el mundo, trazada métricamente.

Aquella fiebre que se apoderó de los colonos aposentados en la nueva ciudad, fructificó en una población como no se había visto, con sus calles simétricas, obedeciendo a un orden establecido, lo que no había ocurrido ni siquiera en la antigua Roma, por no decir en el reino de los moros.

Está ligada a la leyenda de los amantes de aquella época.

Esta concepción del orden urbano era absolutamente novedosa, como lo era el territorio de la Hispaniola. En aquella época, en las ciudades más adelantadas como Florencia o París, las calles eran vericuetos y la planificación urbana no existía.

Solo la novísima ciudad, situada en un territorio más allá del mar, contaba con este adelanto, a lo que se sumó la erección de mansiones dotadas de todos los avances de la época.

Muchas de estas fueron dotadas con artísticas ventanas a la moda gótica y morisca, desafortunadamente, desaparecieron con el tiempo, quedando solo la ventana geminada de la Casa de Tostado, como testimonio de la anterior magnificencia. Hoy la mansión luce su maravillosa ventana, la única que existe en América.

La casa adyacente también contaba con una ventana similar, desaparecida. En la catedral primada de América también existieron ventanas de este tipo, en el presbiterio, huellas de las cuales sirvieron para su restauro.

Arte hispánico
En la ventana geminada se combinan los dos elementos que dieron vida al arte hispánico, los de raigambre gótica y aquellos de ascendencia mora. Así se hizo una simbiosis única en el arte del medioevo.

El nombre de Ajimez como también se la conoce, es de raigambre árabe. Se trata de dos arcos idénticos enlazados por una columnilla.

Esta columnilla, en nuestro caso, está hecha de mármol, dándole al conjunto, magnificencia y prestancia. La herencia mora se coló a través de la historia del Andaluz, así el arte morisco penetra y se mezcla con las tradiciones góticas para producir formas únicas.

El ajimez gracioso y sensual con su bordado superior de piedra, enmarca la esbelta columna de mármol que divide en dos la graciosa ventana.

Obra arte gótico
Su coronamiento, obra maestra del arte gótico, realizado en numerosas ventanas en España, retrata perfectamente nuestra herencia y brinda al entorno un filón romántico que nos recuerda la triste historia de amor de Mariana y Jean Claude, víctima de las huestes haitianas.

Por esta ventana, de rancia raigambre, se asomaba la dulce muchacha para atisbar a su amado, lo había visto desfilar con las huestes haitianas, llamándole la atención su prestancia y porte distinguido. El mozo atisbo el interés despertado en la bella joven y decidió rondarla. Pronto surgió el romance. Mariana procuraba citarse con su enamorado, a horas poco vigiladas.

Sin embargo, el joven, aunque de origen haitiano, militando en el ejército invasor, había comulgado con las ideas libertarias de Duarte y se unió al grupo de patriotas, ansiosos de romper el yugo haitiano.

Jean Claude era hijo del general Leclerc, comandante de los ejércitos Napoleónicos, llegado a la isla para pacificarla, y de una mulata haitiana. Las aspiraciones libertarias del grupo Trinitario, llegaron a sus oídos y lo atrajeron, su romance con Mariana, la hija de un acaudalado criollo, lo hizo sumarse a los patriotas dominicanos.

Llena de historias
Cuando la conspiración de Los Alcarrizos fue descubierta, Jean Claude acudió a la casa de su novia, esta lo atisbo por la ventana geminada y presta acudió en auxilio del prófugo.

La doncella lo escondió en el pozo, con tan mala fortuna que la soldadesca penetró en la casa y al no encontrar al prófugo, disparó con las escopetas desde el brocal, al fondo del pozo, acabando con la vida del joven amante. Dicen los que vigilan en las noches la Casa de Tostado, que su alma vaga en la penumbra, buscando a Mariana su amada.

— Sobre los amantes
La ventana geminada de raigambre gótica y mora, está ligada indisolublemente a la leyenda de los amantes de aquella época. La construcción evoca arte, historias, aires parisinos y rincones especiales dignos de contemplar.

*Por Maria Cristina de Carías, César Iván Feris Iglesia y César Langa Ferreira.