Vacío existencial (1 de 2)

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4:13-14.
Compartiendo con un amigo de juventud de como estaba su vida, en un diálogo sincero me contó que tuvo un encuentro personal con Dios y que su vida había cambiado; él era alcohólico, tomaba todo los días y nunca se saciaba, siempre caía en depresión, hasta que se encontró con Jesús. Dice que el vacío que sentía ya no era más, estaba lleno de gozo.
Este encuentro con mi amigo me llevó a un pensamiento profundo de cómo las personas de hoy en día están experimentando en su vida lo que se llama un vacío existencial.
Los filósofos y sicólogos tienen su definición sobre el estado de vacío existencial; ellos dicen que cuando una persona vive sin ningún valor, sin fuerzas para continuar en la vida, cuando no le encontramos sentido a la vida, cuando los vicios y los afanes nos atrapan, padecemos de vacío existencial.
Viviendo sin Dios. El hombre postmoderno está renegando la existencia de Dios, pero viendo lo que dice la escritura en Génesis, cuando el hombre peca contra Dios y él lo aparta de su presencia, inmediatamente llega al hombre un vacío existencial.
El pecado es como un gas venenoso que se introduce en nuestra alma que nos lleva a negar la presencia de Dios.
El hombre nace y vive con un vacío existencial. El hombre necesita la fuente de la vida. Nosotros escuchados estas frases: Me siento como muerto, me siento vacío. ¡No sé qué hacer!. ¡Estoy desesperado!.
Esta sensación de vacío existencia es la falta del Dios verdadero. Hay una frase de un hombre que murió y le escribieron lo siguiente: se fue sediento de Dios porque no quiso bajarse a la fuente de la fe y se murió de sed, el hombre postmoderno está muriendo sin beber de la fuente que salte para vida eternal.
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