Uso abusivo de antibióticos en agroindustria, una bomba

Uso abusivo de antibióticos en agroindustria, una bomba

Uso abusivo de antibióticos en agroindustria, una bomba

Santo Domingo.-Un mundo cada vez más hambriento, por otro lado un capitalismo salvaje empeñado en aprovechar esa coyuntura para generar mayores ganancias, se combinan para producir un terrible peligro para la humanidad, pasar a la era post antibióticos, debido a la pérdida de efectividad de estas sustancias sobre las bacterias causantes de enfermedades infecciosas.

Todo comenzó luego de la II Guerra Mundial, cuando las naciones desarrolladas cambiaron la cría doméstica de animales por la cría intensiva en grandes granjas. El hecho de mantener muchos animales juntos aumenta la posibilidad de epidemias.

Lo cual aumenta la mortalidad y disminuye la productividad. De esa manera el mejor remedio resultó ser el uso intensivo de antibióticos, con lo cual se logró reducir la mortalidad, acortar el tiempo de engorde, abaratando los costos de producción.

De tal manera que tras décadas y décadas de concentración industrial agropecuaria se ha llegado a la situación actual, en donde los antibióticos, inicialmente diseñados para el tratamiento terapéutico frente a infecciones bacterianas en humanos, se han convertido en la principal herramienta de uso profiláctico para los animales de granja, de tal manera que como muestra el siguiente gráfico solo un 20% de los antibióticos usados cada año en Estados Unidos son destinados para uso humano, por ende el 80% va a parar a los animales sanos para acelerar su crecimiento.

Pero el problema no termina aquí, pues también se usan en la cría de salmones, se rocían por encima a los árboles frutales, se están añadiendo a las pinturas de los barcos para evitar que los moluscos se adhieran al casco.

El siguiente grafico compara los volúmenes de venta de antibióticos para producción de carne y para tratamiento humano, como se puede ver, el primero cuadruplica el segundo..

En 2010 la FDA recomendó, no prohibió, a los granjeros que dejen de usar los antibióticos para el engorde y a las farmacéuticas que dejen de comercializarlos voluntariamente, algo que creo poco probable por los millardos intereses envueltos.

En Europa la situación es la misma, y se puede comprobar que en la mayor parte de las naciones se puede encontrar una concentración de antibióticos entre 100 a 400 mg/kg de carne, dosis suficientes para alterar el ecosistema bacteriano para seleccionar bacterias multiresistentes, como ocurre en el lago Taihu de China, donde hay un alto porcentaje de bacterias resistentes a Cloranfenicol, Ampicilina, Estreptomicina, Tetraciclina, entre otras.

Lo más dramático es que este lago de agua dulce es la fuente de agua potable t recursos pesqueros de más de 30 millones de chinos que están en riesgo de infección.

En la República Dominicana la situación es peor, porque no sabemos en realidad lo que estamos comiendo, por tres motivos:

1)- No existen las instituciones y el marco legal para la vigilancia y el control de la inocuidad de la cadena cárnica.

2)-Hasta 2011 funcionaban 148 mataderos, pero solo 10 son monitoreados para buscar en la carne residuos de antibióticos o sustancias toxicas.

3)- El Ministerio de Salud Pública no cuenta con los veterinarios necesarios para lograr la cobertura de todos los mataderos del país.

Todo lo anterior crea una cadena de transmisión de resistencia bacteriana, pues todo el personal que trabaja en granjas puede colonizarse con estas bacterias, siendo llevadas por ellos al entorno familiar y luego ser diseminadas a la población, llegando al entorno hospitalario donde se transforman en superbacterias capaces de matar en horas a cualquier paciente debilitado que se encuentre interno por otras causas.

Además, el panorama se oscurece debido a la casi paralización en la investigación, desarrollo y producción de nuevos antibióticos por parte de las grandes farmacéuticas.

Por ello cuidemos los antibióticos, no abusemos.

Dr. Fredy A. Figueroa Guilamo es médico internista, intensivista y nutriólogo

*Por Fredy A. Figueroa



Etiquetas

Noticias Relacionadas