Uno de los 14 principios de Henri Fayol establece que `cada empleado debe recibir órdenes de un solo superior`. Si analizamos con detenimiento este principio, comprendemos el sentido que tiene; aplicarlo en las organizaciones evitaría confusiones al momento de un empleado considerar cuál instrucción acatar en primera instancia, si la de su supervisor directo o la de un ejecutivo de nivel superior.
Con frecuencia notamos que las estructuras organizacionales se diseñan respetando este principio, sin embargo, en la práctica ocurre distinto. Existen escenarios donde una unidad de trabajo debe reportarse a dos superiores, situación que va desencadenando una lucha de poderes, generando una serie de conflictos que terminan afectando a los colaboradores, los cuales, turbados por no saber a cuál de los superiores rendir cuentas, caen en un abismo que los mantiene sumergidos en un completo caos.
Una de las razones por las que muchos empleados manifiestan desmotivación en sus áreas de trabajo es por el hecho de enfrentarse a este tipo de situaciones que le generan tanto estrés. Ese ambiente hostil les produce insatisfacción laboral y hace que las jornadas de trabajo se tornen lentas y fustigantes. Por lo tanto, asistir al trabajo no les resulta tan placentero, y esto, a su vez, afecta su productividad y, por consiguiente, el desempeño de toda la entidad.
Entre las estrategias que diseñan los directivos de las empresas para fomentar un ambiente de trabajo más amigable, deben instaurar tácticas que se relacionen al sentir de sus empleados y a su forma de percibir el trabajo, que fomenten su interés hacia la organización y que procuren su bienestar emocional. Las instituciones deben prestar especial atención a estos elementos, porque es lo que facilitará el desarrollo individual y colectivo de sus equipos de trabajo y encaminará a la entidad hacia el propósito deseado.
Establecer con claridad el orden de mando dentro de la organización constituye un componente esencial en el proceso de toma de decisiones; además, contribuye a construir relaciones laborales más felices y estables.