Una preocupante forma de la violencia

Una preocupante forma de la violencia

Una preocupante forma de la violencia

La semana pasada, específicamente el día 20, un coronel del Ejército Nacional fue muerto a tiros en Bienvenido, de Santo Domingo Oeste, al parecer para robarle un arma de fuego. El caso, según la Policía Nacional, está siendo investigado.

El pasado martes, mientras regresaba a su casa en El Almirante de Santo Domingo Este, un teniente, también del Ejército Nacional, fue muerto a tiros.

Por la información preliminar sobre los hechos, se puede concluir que en ambos crímenes el propósito era el robo.
En el primer caso los matadores no pudieron cumplir su propósito; en el segundo sí.

Que unos ladrones maten a una persona para robarle un arma de fuego no es poca cosa. Ellos, al parecer, la quieren para la comisión de otros delitos y no les importa si en el cumplimiento de ese propósito tienen que privar de la vida a una persona que por su condición debe de estar armada.

Abundan los antecedentes de este tipo de crímenes, pero que se hayan producido dos casos en un lapso breve como el de una semana, llama la atención.

Y resulta preocupante que en ambos casos los ataques se hayan producido a la luz del día, con altas probabilidades de que los hechos sean grabados por testigos visibles o invisibles, un hecho común en estos tiempos.

¿Por qué actúan estas personas desviadas como si no les importaran los riesgos?
La Policía Nacional ha informado de la identificación de sospechosos en el caso de la semana pasada y de ser correcta la información de que el ataque mortal contra el teniente se produjo en el entorno de una estación de combustibles, deben de contar con imágenes de los hechos procedentes de cámaras de seguridad.

La captura y puesta en causa de los que participaron en ambos hechos es importante, particularmente en estos tiempos de profusa circulación de este tipo de informaciones.



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