Una guerra a muerte

El combate por el título mundial súper welter mañana, entre el boricua Miguel Cotto y el mexicano Antonio Margarito, será de antología, una guerra a muerte, con tintes sangrientos.
Aunque en todo esto, como ya es costumbre en los espectáculos de boxeo, se mueve una bien programada agenda promocional y publicitaria, en busca de captar a la mayor cantidad de televidentes que paguen por ver, no cabe duda que esta es una guerra personal, precedida de insultos personales muy zahirientes que le ponen un sabor especial.
En esto tiene mucho que ver la aplastante derrota por nocaut que sufrió Cotto, tras mantener un claro dominio en los primeros 10 asaltos.
Las contradicciones se han hecho más notorias, tras conocerse la noticia de que Margarito utilizó vendas con yeso frente a Shane Mosley, recibiendo una suspensión del Comisionado de Las Vegas, donde se realizó el combate.
Cotto asegura que esa misma sustancia, aunque no se ha podido comprobar, excepto por algunas gráficas entintadas, fue el factor determinante de su derrota.
Pero todo quedará definido mañana en Nueva York, donde Cotto tendrá el respaldo masivo de la colonia boricua que reside en esa urbe.
Sin embargo, Margarito ha tenido una excelente preparación física en California, y su maltratado ojo derecho, objeto de muchas especulaciones, se encuentra en buenas condiciones, de acuerdo a la Comisión Médica newyorkina.
Creo que Miguel Cotto debe ganar antes del décimo asalto, pero la calidad de Antonio Margarito puede poner a tambalear este vaticinio.
Etiquetas
Artículos Relacionados