Hugo López Morrobel
Las instalaciones en buenas condiciones son el principal puntal para el desarrollo de cualquier disciplina deportiva. Es tan así, que en muy escasas oportunidades los atletas que practican en establecimientos inadecuados logran sobresalir, a menos que posean condiciones extraordinarias, un don natural para salir adelante.
Tan consciente de ello están las autoridades, que en el discurso de rendición de cuentas el 27 de febrero, el presidente Danilo Medina resaltó como un punto clave de su política deportiva la restauración de unas 400 instalaciones.
Hace unos meses el ministro de Deportes, Danilo Díaz, anunció la reparación del pabellón de gimnasia ubicado en el Parque del Este, donde practican cientos de atletas, no solo de la parte este de Santo Domingo, sino también una gran cantidad que se traslada allí desde el Distrito Nacional.
Hasta la fecha esos trabajos no se han iniciado, mientras los gimnastas, un deporte de tanta precisión, donde se producen tantas lesiones, practican desde hace tiempo en pésimas condiciones, que van desde la propia instalación hasta los equipos.
La reparación del pabellón debe comenzar ya, porque esos atletas no pueden seguir entrenando bajo condiciones tan precarias, y si no aparecen los fondos, entonces, lo mejor es que lo cierren hasta nuevo aviso.
Es una sugerencia de la mejor buena fe, porque hace unos días visité esa instalación y, sencillamente, quedé sorprendido del pésimo estado que presenta, interna y externamente.
