Los narcotraficantes dominicanos han entendido que la extradición a Estados Unidos se ha convertido en una especie de premio, mientras que las autoridades dominicanas siguen recibiendo muy poco a cambio de concederla.

Informaciones vitales entregadas por anteriores extraditados, entre los que están Quirino Ernesto Paulino, Antonio del Rosario Puente, Ernesto Guevara Díaz, Yubel Enrique Méndez Méndez y muchos otros más, no han llegado a las autoridades dominicanas.

Incluso, en la mayoría de esos casos no se producen decomisos de la totalidad de los bienes y tras los narcos llegar a acuerdos con las autoridades estadounidenses logran salvar y lavar parte importante de sus fortunas.

Es evidente también que no hay reciprocidad. Al Gobierno dominicano se le hace en extremo difícil lograr la extradición de personas que van a Estados Unidos buscando eludir la Justicia dominicana.

Es difícil cuando el imputado es un dominicano, imagine qué tan difícil sería cuando el requerido sea un estadounidense.

El Gobierno dominicano debe poner condiciones a la hora de conceder la extradición de dominicanos para que esta no se convierta en un premio y que las informaciones obtenidas sean de utilidad también para combatir el crimen en el territorio nacional.