Aunque existen más de una decena de modelos de negocios en la internet que se ajustan al periodismo, muy específicamente al digital, hay dos que predominan en República Dominicana, puede que no solo por su facilidad de implementación, sino también porque son los que pueden ser puestos en marcha desde conocimientos técnicos empíricos muy básicos y con ellos monetizar, es decir generar ingresos económicos.
Los modelos de negocios comercial y técnicos, donde el primero es el que ha migrado de lo offline a lo online, es aquel en el cual el medio o el cliente hacen el acercamiento para realizar la colocación publicitaria, para efectuar la transacción; mientras que el técnico, como expliqué en un artículo anterior, titulado: “Periodismo Digital: preparación, inversión, análisis y resultados”, basado en empresas digitales que sirven de intermediarias entre el cliente y el medio.
¿El negocio impone las “notas”?
En esta publicación detallé el método de monetización de una de las plataformas más famosas, Google Ads, la que al igual que muchas tiene modalidades de pago y cobro con monetizaciones de Costo por Clic -CPC- y de CPM, Costo por Mil impresiones, en ambos casos el tráfico es determinante para los ingresos del medio y para el objetivo de marca del anunciante.
En este popular modelo es esencial el tráfico o visitas hacia la página web o periódicos digitales para poder hacer esa conversión que termina en monetización, es decir, en dinero, lo fundamental para seguir funcionando, lo que hace que conseguir estas entradas hacia el medio marque la pauta de las informaciones a publicar; cómo se elige el tema, el título, espacio y lugar de las mismas en el medios, para provocar que los usuarios entren a esta.
El nuevo jefe de redacción
Para alcanzar los objetivos económicos y comerciales de un medio basados en el modelo técnico, estos se han visto en la necesidad de incorporar herramientas de analítica web que siguen temas, analizan el comportamiento de los usuarios en internet, así como del medio y lo convierten en números y poderosos datos para la toma de decisión de las redacciones.
Todo este fenómeno, el cual debe ser objeto de un profundo estudio, con el propósito de entender si son los usuarios con lo que quieren ver o leer, no importa que sean sus trivialidades, escapes de la realidad, pero también los interés que pueden moverlos, los que están trazando la pauta a los medios, convirtiendo a las herramientas de medición en una suerte de un “jefe de redacción”, fenómeno que ya estudia la investigadora y profesora Melissa Barrenechea Arango de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú.
Barrenechea, en un extraordinario estudio realizado en múltiples redacciones de medios digitales en Perú, sostiene que “la investigación corroboró que la analítica web presenta un nivel de influencia en los contenidos seleccionados por los redactores y en la ubicación de notas en portada. Además, este hallazgo sugiere que los editores tienen miradas mixtas: los que tratan temas duros (política, administración pública, internacionales) defienden el criterio periodístico propio, mientras que los que abordan temas blandos (famosos, deportes y entretenimiento) apuntan a un balance entre su juicio y las preferencias de su audiencia”.
Nueva vez el periodismo se bate en un duelo a muerte con los intereses. En esta ocasión la tecnología aporta mucho al fiel complimiento del mandato y el deber del periodista, que es informar, ahora a mayor escala, pero también les deja el gran reto a estos de alinear su “buen juicio” con la data que generan estas herramientas.
Para el Centro de Análisis y Estudio de la comunicación (caesco.org) el reto de este “alineamiento” es que los algoritmos y ellas no tracen la agenda, dejando de publicar o dar prioridad a lo real, lo importante, noticiable y publicable, para abrirle las puertas a otras informaciones interesadas, falsas o trivialidades que dan más visitas, generan clics y por tanto mayores ingresos para los medios.