Un ídolo

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la Tierra, ni en las aguas debajo de la Tierra”.

Éxodo 20:4-5.

Mientras me dirijo a mi rincón, escucho comentarios, interrogantes, discusiones, lamentos, personas que aún se acercan  desesperanzados diciendo: se acabaran los ídolos, ¿qué es un ídolo? Me viene a mi mente la fase de Juan Calvino: “La mente del hombre es como una tienda de idolatrías y supersticiones”.

Desde el comienzo de la historia, el ser humano ha buscado dentro y fuera de sí  alguna forma de cultivar adoración o idolatría. Por ejemplo, Huelva es una de las ciudades más antiguas del occidente, hay hallazgos de  depósitos con 29 ídolos  entre 4,500 y 5,000 años de antigüedad. ¿Qué es un ídolo? Según el diccionario expositivo (VINE),  es un una representación de algo o un símbolo, material o imaginario,  objeto de devoción fervorosa.

En términos generales, la idolatría es la veneración, amor, culto o adoración. En esta época pos moderna talvez no tenemos  ídolos de madera o de metal o de barro, pero los tenemos.

 El ídolo nos roba la libertad, la capacidad de pensar, razonar y en algunos casos nos hace quitarnos la vida, si ese ídolo muriese de repente.

Hoy te propongo a alguien que es nuestro ideal, Jesucristo, Él es lo más hermoso de los hijos de los hombres, Él es  el lucero de la mañana, el único y bendito Soberano, el Señor de la gloria, el todopoderoso, el soberano de los reyes de la tierra, nos maravilla, nos cautiva, nos conquista con su amor, pero respeta nuestra libertad.

Decora tu rincón: (Fil. 4:4) Gozaos en el señor siempre, otra vez digo que os goceis.