¿Un empleado “nuevo” o una nueva oportunidad para la organización?

¿Un empleado “nuevo” o una nueva oportunidad para la organización?

¿Un empleado “nuevo” o una nueva oportunidad para la organización?

Silem Kirsi Santana

Generalmente, cuando una persona empieza un nuevo trabajo, llega con las expectativas de aportar un grano de arena al desarrollo de esa nueva institución de la cual forma parte, y en su cabeza llueven muchas ideas que anhela implementar en su interés de ser portador de éxito e innovación. Sin embargo, en ocasiones, hay una gran barrera que no le permite concretar sus ideas y es cuando los superiores ponen ciertos límites que terminan obstaculizando el trayecto para hacer posible que se logren muchas de las recomendaciones de esa persona que recién se integra a ese equipo. Unas veces sucede por la poca confianza hacia esa persona que es “nueva” y otras veces porque la cultura a la que está arraigada la organización no le permite abrirse a nuevos caminos y experimentar nuevas formas de accionar sin perder su esencia.

Muchos “líderes” pasan por alto el hecho de que ese personal “nuevo” trae consigo un sinnúmero de experiencias y una trayectoria vivida con la que puede fácilmente montarse en la cultura de la empresa y así mismo prestar sus conocimientos en favor de la misma. Por eso el término “nuevo” muchas veces termina limitando al colaborador y automáticamente crea una barrera mental en algunos superiores, ya que no suelen tomar en cuenta sus opiniones basados en ese calificativo, lo cual podría resultar un error cuando ese recurso ha dedicado muchos años de trabajo y estudio que le permitieron adquirir los conocimientos vastos para ocupar, inclusive, puestos de alto nivel.

Las empresas innovadoras y que están al tanto de las nuevas tendencias, suelen tomar muy en cuenta las diversas opiniones de sus colaboradores, independientemente de si es un personal de nuevo ingreso o si es un colaborador de mayor antigüedad dentro de la empresa, y es que en ello han encontrado la oportunidad de descubrir nuevas formas de alcanzar los logros, mejores maneras de lidiar con el día a día, manejo del estrés y el empleo de innovadoras técnicas para dinamizar el trabajo y obtener cierres productivos al final de cada año.

En lugar de limitar a ese personal “nuevo”, saquemos provecho de sus capacidades, démosle la apertura de que compartan sus ideas sobre el trabajo y muy posiblemente encontraremos en su creatividad un mar de proyectos a ejecutar qué tal vez no estaba en la mente de los ejecutivos y que llevarán a la empresa por mejor sendero.

 



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